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"Esto es democracia, que aprendan los demás partidos"

Darse una vuelta por los centros de distrito de ERC en Barcelona era revivir las recientes elecciones generales. Mesas con vocales y presidentes, papeletas, sobre e incluso interventores y apoderados de cada candidatura daban un color la mar de electoral. Unos 10.000 afiliados independentistas se citaron ayer en 59 centros de voto para escoger a su presidente y a su secretario general. El proceso empezó a las nueve de la mañana y se cerró a las ocho de la tarde. Y no se circunscribió a Cataluña: también votaron los militantes de todos los territorios donde está implantado el partido, lo que explica que el futuro de ERC y por extensión, del Gobierno catalán, se decidió también en Xixona (Alicante) o Perpiñán (Francia).

En Lleida, el histórico dirigente republicano Víctor Torres, de 93 años, sólo tenía palabras de apoyo para el sistema. "Esto es democracia, que aprendan los demás partidos". Para votar ayer, los militantes sólo debían cumplir dos requisitos: estar al día en el pago de la cuota y llevar al menos tres meses en el partido.

Conflictos territoriales

El ambiente ayer fue distendido. En el distrito del Eixample de Barcelona, la agrupación más numerosa de la formación, Miquel comentaba a Ramón el sentido de su voto: "He votado al que no se ha metido con los demás", frase que mereció esta respuesta: "¿Entonces no has votado a nadie?". Fuera de Barcelona las elecciones estuvieron marcadas por los muchos conflictos territoriales que tiene abiertos la Generalitat, como el abortado trasvase del Ebro a Barcelona o la construcción de la interconexión eléctrica con Francia. ERC ha apoyado ambos proyectos desde el Ejecutivo, pero los ha rechazado en la calle. Algunos militantes votaron en esta clave. En Santa Coloma de Farners (Girona), a escasos kilómetros de la polémica línea eléctrica en construcción, el debate ayer era qué candidato podía frenar la obra. "La línea sólo la pueden parar [Joan] Puigcercós o [Joan] Carretero pero primero hay que ver qué pasará con el tripartito", comentaba un militante.

En Tortosa, zona cero de la polémica por el ministrasvase a Barcelona, había menos expectación. Y es que, como comentaban algunos militantes, nadie ha tenido mucho tiempo para pensar en el proceso de elección interna. "Estábamos más pendientes de la campaña antitrasvase que de los rifirrafes del partido", admitió un compromisario tras votar.

Información elaborada por Lluís Visa, Natàlia Iglesias y Maiol Roger.

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