Adiós a la aventura de Luxoir

Movimiento sísmico en el planeta cool. Desconcierto entre los asilvestrados lectores-de-revistas-de-tendencias. Los Luxoir se separan. El joven dúo de diseñadores, formado por Antoine Navarro y Víctor Pao, ponen punto final a su carrera conjunta, corta pero contundente, y emprenden camino en solitario: "No tiene sentido seguir en conjunto cuando las opiniones y deseos de sus socios ya no son convergentes, sino dispares", argumenta Víctor Pao. En suma, la integridad (que algunos quizás consideren inmovilidad) no es un pasaporte que garantice la supervivencia o cierta longevidad significante en el mundo de la moda. Y es que la moda no se está quieta. Y por eso es tan difícil buscarle las cosquillas.

Luxoir eran esa apuesta segura de la cosecha local desde que sorprendieron gratamente con su volcánica erupción Casual Wear el verano del 2004. Una falta de restricciones tanto físicas como mentales y la firme determinación de hacer suyo, animó a este dúo con una estética que rápidamente les generó multitud de seguidores trendsetters (los talibanes del moderneo). Su inspiración procedía de una cruda energía clubber empapada de elegancia y amor a la ambigüedad sexual. Aquellos que pusieron, más que en duda, en solfa, la masculinidad de las prendas masculinas. Aquellos que se atrevieron con el amarillo limón y sobrevivieron al intento sin una mueca de acidez en el rostro. Aquellos que devolvieron la modernidad al cuadro vichy lustrado y les sirvió tanto para desacralizar un tuxedo como para forrar un chubasquero adamascado. Aquellos que trasladaron con caligrafía virtuosa la estampación gráfica de los flyers a los altares de las pasarelas, aunque en su última colección conjunta abandonaban este motivo y se adentraban en el minado campo de la experimentación con los materiales.

Ahora, ya en solitario Víctor Pao anda preparando nueva colección Telos, que se presentará en el EGO de Cibeles el próximo septiembre. Un trabajo más luminoso en el que el diseño geométrico propone un nuevo centro de atención gráfico. Una línea donde priman los blancos los brillos y el cobre.