Europa al desnudo
El torneo, que arranca hoy con grandes incertidumbres, medirá el grado de influencia que tienen los futbolistas africanos y suramericanos en las Ligas
Caído el imperio de la cerveza en Wembley, nada altera estos días el tradicional sosiego suizo, donde sólo el atrezzo de plazas y edificios advierte de que hoy arranca un evento en el que 368 futbolistas serán capaces de generar unos ingresos de 1.300 millones de euros, según las estimaciones de Michel Platini, presidente de la UEFA. Suiza y la República Checa (18.00, Cuatro) abrirán un torneo con numerosas incógnitas. Al contrario que los Mundiales, territorio vedado para la mayoría, la Eurocopa es un campeonato más democrático. Desde 1954, seis países se han repartido el Mundial (Brasil, Italia, Alemania, Argentina, Francia e Inglaterra); desde la primera Eurocopa, en 1960, nueve selecciones han subido al trono (URSS, España, Italia, Alemania, Checoslovaquia, Francia, Holanda, Dinamarca y Grecia). Equipos como Yugoslavia, Bélgica y Portugal se han quedado a un centímetro de la gloria, han sido finalistas, lo que nunca han conseguido en un Mundial. Además, en la Eurocopa, jamás el campeón ha revalidado el título. Y nada hace presagiar que los griegos lo logren esta vez. Como tampoco se adivina un favorito claro, por mucho que la tradición conceda un paso por delante a Italia y Alemania, y la última década obligue a subrayar el poder de Francia.
La tradición pone por delante a Alemania e Italia y en la última década a Francia
Portugal debuta con Cristiano Ronaldo investido como el gran icono
De Italia -de cuyo único triunfo europeo han pasado 40 años- no se espera sorpresa alguna. Su sello victorioso le respalda, por muchos detractores que tenga, y ha perdido su mejor chistera: Totti. Los alemanes dejaron alguna pista interesante en el último Mundial, cuando Jurgen Klinnsman, entonces su seleccionador, maquilló el músculo del equipo y éste resultó menos metalúrgico de lo habitual. Los franceses, con Raymond Domenech al frente, tienen tres registros diferentes, resultan imprevisibles: Francia es capaz de ser al mismo tiempo la Francia de Platini y la Italia de Gentile. A rebufo de estas tres candidatas, Holanda -la escuela más seductora- y las dos selecciones ibéricas: España y Portugal.
De ese grupo, el de Scolari será el primero en envidar, hoy ante Turquía (20.45, Canal +). Lo hará con la indiscutible estrella del torneo a la cabeza, Cristiano Ronaldo, definitivamente investido como el gran icono tras haber conquistado la Premier inglesa y la Liga de Campeones. Ronaldo es hoy un islote en medio de un paisaje sin grandes solistas. Otra de las incertidumbres del campeonato será comprobar quién se confirma tras el portugués. La lista de aspirantes incluye al francés Benzema, al portugués Nani, al croata Modric y al español Fernando Torres.
Por encima de todos los debates, Europa no sólo dirime quién es su patriarca futbolístico y su jugador bandera. En los tiempos de la globalización resultará interesante comprobar cuáles son sus atributos una vez despojados sus equipos de inmigrantes suramericanos y africanos. Jugadores como Ronaldo, Ronaldinho, Kaká, Messi, Drogba y Eto'o han tenido un impacto decisivo en los últimos tiempos, como empiezan a tenerlo chicos como Agüero y Abdebayor. El fútbol europeo al desnudo.
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