El genio pacifista de Goya

La Guerra de la Independencia española constituye uno de los temas más importantes de la obra de Francisco de Goya (1746-1828). Autor de una ingente cantidad de cuadros, trató todos los temas. Aborda los asuntos de la guerra en sus últimos años, en la etapa más deslumbrante. Sus dos escenas más famosas, que se exponen restauradas en el Prado, son El dos de mayo de 1808 y El tres de mayo de 1808. Son dos cuadros hechos por encargo de Fernando VII para mostrar el sangriento levantamiento del pueblo de Madrid contra las fuerzas opresoras francesas. Pero más sangrienta y tremenda resulta la serie de los 65 aguafuertes que integran la serie Los desastres de la guerra, realizados entre 1810 y 1814 y cuya primera edición es el eje de la exposición Goya, cronista de todas las guerras, que se expone en la Calcografía Nacional de la Academia de Bellas Artes de San Fernando (www.calcografianacional.com). Las impresionantes estampas de Los desastres están acompañadas de terroríficas fotografías de las guerras más desastrosas que ha soportado la humanidad. El material procede de archivos nacionales e internacionales.

El escultor y académico Juan Bordes ha sido el encargado de seleccionar un material que muestra a Goya como uno de los primeros artistas que ponen el arte al servicio de la paz. Su obra de guerra es una contundente protesta contra las guerras y sus consecuencias. "Por eso", argumenta el comisario, "estos grabados se explican junto a la historia de la fotografía de guerra, destacando a los fotorreporteros que, desde la invención del daguerrotipo en 1839, han hecho las mismas denuncias que Goya".

El recorrido por la exposición demuestra que no todo está dicho ni inventado en la denuncia del arte contra la guerra. Las imágenes que se representan en las estampas y fotografías forman un terrible recorrido por la crueldad, la monstruosidad, la tortura, la mutilación, el horror más absoluto.

La exposición pone también de relieve la modernidad de Goya en cuanto al uso de nuevas técnicas. El comisario está convencido de que si Goya hubiera vivido unos años más, habría abrazado la fotografía como forma de expresión. "A pesar de los 11 años que median entre su muerte y la comercialización del daguerrotipo, su serie de grabados Los desastres contiene una anticipación de la visión fotográfica, pues adelanta el lenguaje de la instantánea. Sus estampas tienen recursos plásticos que anuncian la estética del fotoperiodismo, sin composiciones complejas que edulcoren la brutalidad del mensaje".

Goya, cronista de todas las guerras. Calcografía Nacional. Alcalá, 13. Tel. 91 5240864. Hasta el 28 de septiembre.