La inversión se lo piensa dos veces

Las frases hechas sobre la cantidad de cal o de arena que los mercados son capaces de aportar en cada sesión, y sin tener en cuenta su distribución en el tiempo, salpicaron ayer los corrillos de inversores.

El Ibex 35 consiguió recuperar el 0,99% para cerrar sobre los 13.400 puntos después de una apertura en la que se descontaron los últimos datos económicos, la subida del paro y la caída de la confianza de los consumidores, ambos en el mes de mayo.

Una de las causas de la vuelta atrás del mercado en su orientación descendente estuvo en la revisión del dato del PIB de la Eurozona en el primer trimestre, que, con una décima más que el dato provisional, se situó en el 0,8%, aunque mantiene la tasa interanual en el 2,2%. Ese lento crecimiento encaja con las expectativas del BCE y, a los ojos de muchos inversores, le amplía el margen de confianza respecto de su política monetaria.

Las declaraciones del presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, sobre lo "bien posicionados" que están en la actualidad los tipos de interés para afrontar las presiones sobre los tipos de interés y ayudar al crecimiento, no sentaron tan bien en la Bolsa de Nueva York, por cuanto confirman que la fase de bajada de los tipos de interés ha acabado.

En realidad, lo único que podían celebrar ayer los inversores era el descenso del precio del petróleo, sin más causa aparente que el agotamiento de la fase alcista en términos técnicos, aunque hay quien prefiere hablar del final del "saqueo" de los mercados de materias primas.

El barril de petróleo cotizaba en Nueva York y Londres por debajo de los 126 dólares, lo que permitió a algunos inversores una tímida puesta al día de sus carteras de valores. Esos ajustes permitieron la recuperación de los índices, pero no trajeron consigo un aumento de la actividad. La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta 4.211,57 millones de euros, 234 millones menos que el lunes.