El pesimismo vuelve al mercado

Un nuevo descalabro en el sector financiero británico como consecuencia del interminable efecto de las hipotecas de riesgo, ha provocado una caída en cadena de los valores bancarios europeos y de los mercados de valores.

El Ibex 35 cayó hasta los 13.300 puntos tras perder el 2,21% y deja la puerta abierta de par en par al peor de los escenarios posibles, la vuelta a los mínimos de marzo, lo que podría llevar al principal índice de la Bolsa española hasta los 12.600 puntos. Los índices Ibex de los valores medianos y pequeños tuvieron un comportamiento más moderado, con recortes del 1,49% y del 1,04%, respectivamente.

La referencia a los "mínimos de marzo" aparecía en los informes de los analistas como una de las hipótesis de trabajo menos probables, pero los inversores han descubierto demasiado tarde que los mercados tienen una gran capacidad para girar sobre sí mismos y la forma de actuar de muchas entidades financieras, retrasando lo más posible la publicación de sus problemas, parece muy capaz de acelerar ese proceso.

A cada nuevo problema en los mercados financieros, más dificultades para encontrar financiación, con lo que la entrada de las economías en la parte más aguda de la crisis va a venir acompañada de problemas para las empresas por la escasez y carestía del crédito.

El castigo aplicado a los valores españoles apenas concedió tregua alguna, aunque esa situación fue más o menos general en toda Europa y, después, en Estados Unidos, donde se perdió la oportunidad de poner en valor el dato de gasto en construcción de abril, con un descenso mínimo, y el avance del índice de actividad del sector manufacturero en mayo, que se acercó a la línea de los 50 puntos que separa el crecimiento del retroceso.

En los mercados de deuda se vivió una sesión más tranquila, con ligeros descensos de la rentabilidad de los bonos en Europa.