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La UE dará ayudas a los sectores más afectados por la subida del gasóleo

El Eurogrupo rechaza la limitación del IVA propuesta por Sarkozy

Andreu Missé

Ayudas puntuales a los sectores más necesitados sí, pero nada de rebajas generalizadas en los impuestos a los carburantes. Éste es el principal mensaje de los responsables económicos europeos ante la escalada de los precios del petróleo. La propuesta lanzada por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, de limitar el IVA de los carburantes no encontró acogida entre los miembros del Eurogrupo, que ayer se reunió en Francfort, donde se celebró el décimo aniversario de la creación del Banco Central Europeo.

El FMI cree que la eurozona crecerá un 1,75% en 2009, tras elevar su previsión

El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, manifestó que ante la espiral de los precios del petróleo "no era cuestión de adoptar medidas fiscales de carácter general". Juncker recordó la posición adoptada por los ministros de Economía en septiembre de 2005 en Manchester cuando rechazaron adoptar medidas a corto plazo, incluidas las fiscales, porque impedirían "el ajuste necesario" que debían asumir los países consumidores de petróleo. Juncker señaló que la posición expresada por el Eurogrupo en Manchester era la "buena", en oposición a la respuesta a la crisis petrolera de los años setenta, con altas subidas salariales y bajos tipos de interés, que dañó seriamente la economía.

Los ministros de Economía presentarán un paquete de medidas para apoyar a los sectores más afectados por el encarecimiento de los carburantes, que serán analizadas por los líderes europeos en el Consejo Europeo de los próximos 19 y 20 de junio. Juncker recordó que en la UE viven unos cinco millones de pobres, más que los que existían en 2005. "Tenemos que liberar la carga de los más vulnerables", añadió.

Además de medidas puntuales de apoyo a los sectores más afectados, la ministra de Finanzas de Francia, Christine Lagarde, apuntó otras medidas, como el aumento de la transparencia en la gestión de los stocks de carburantes para evitar la especulación o la imposición de nuevos impuestos a las compañías petroleras que han obtenido elevado beneficios.

Por otra parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) corrigió al alza ayer sus previsiones de crecimiento de la zona euro para 2008. El FMI estima ahora que la economía de la zona euro crecerá un 1,75% en 2008, frente al 1,4% que había anticipado el pasado febrero. El representante del FMI, Alessandro Leipold, pronosticó que el crecimiento de la zona euro "seguiría bajando sustancialmente en los próximos trimestres", pero que "se acelerará a finales de 2009". "El FMI se acerca a nuestras previsiones de crecimiento", comentó el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia.

En el acto de la celebración del décimo aniversario en la Antigua Ópera de Francfort, intervinieron el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet; el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso; el primer ministro esloveno, presidente de turno de la UE, Janez Jansa; el presidente del Parlamento Europeo, Hans Gert Pöttering, y la anfitriona, la canciller alemana Angela Merkel. Al final de las intervenciones, intercaladas con breves interpretaciones de Mozart, Pärt, Britten, Bizet y Beethoven, se descubrió una placa en honor al primer presidente del BCE, Wim Duisenberg.

El presidente Jean-Claude Trichet, aprovechó su intervención para lanzar un mensaje a no bajar la guardia. "Este aniversario", dijo, "no es tiempo para la complacencia, sino para realizar continuos esfuerzos porque los desafíos que tienen delante la Unión Monetaria son numerosos". Barroso hizo hincapié en "las presiones inflacionistas" y anunció que el próximo Consejo Europeo discutirá sobre los precios alimentarios, con el propósito de asegurar el buen funcionamiento de la cadena de oferta alimentaria y el sector al por menor.

Jean-Claude Trichet sopla las velas de una tarta que simbolizan los 10 años del BCE. Detrás, de izquierda a derecha, Barroso, Juncker (primer ministro luxemburgués), Aline Trichet y Pöttering.
Jean-Claude Trichet sopla las velas de una tarta que simbolizan los 10 años del BCE. Detrás, de izquierda a derecha, Barroso, Juncker (primer ministro luxemburgués), Aline Trichet y Pöttering.REUTERS

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