Visto para sentencia
El Tau supera de nuevo al Barça en el Palau y el martes puede proclamarse campeón de la ACB por segunda vez
Podrían jugar cinco partidos que 20. Lo mismo daría. Hoy por hoy, el Tau Cerámica es infinitamente superior al Barcelona. Después de una temporada desastrosa, bastante hizo el cuadro de Xavier Pascual eliminando en semifinales al Joventut. Ahí se acabó el sueño de los azulgrana, pese al renovado empeño de Basile, Ilyasova y Lakovic. El triunverato azulgrana claudicó de nuevo en casa ante el Tau de Neven Spahija, que le tiene la comida la moral. El técnico croata volvió a leer de manera ejemplar el duelo. Su equipo se sobrepuso a cada achuchón del Barça, siempre a remolque. Con muchas prisas y dominado por la ansiedad, se hizo el harakiri con una política de lanzamientos pobrísima: Ilyasova y Grimau fueron los único azulgranas que superó los diez puntos.
BARCELONA 74 - TAU CERÁMICA 78
Barcelona: Basile (9), Marconato (4), Lakovic (9), Ilyasova (15) y Acker (2) -equipo inicial-; Sánchez (8), Trias (2), Neal (5), Vázquez (1), Kasun (8) y Grimau (11).
Tau Cerámica: Prigioni (3), Rakocevic (17), Teletovic (13), Splitter (12) y Mickeal (20); Vidal (2), Planinic (6), Jasaitis (0), Singleton (1) y McDonald (4).
Árbitros: Hierrezuelo, Martín Bertrán y García González. Sin eliminados.
Unos 10.000 espectadores en el Palau Blaugrana. El Tau gana 2-0 en la final. El próximo partido, el martes en Vitoria.
4º CUARTO
3º CUARTO
2º CUARTO
1º CUARTO
16-20
22-20
16-17
20-21
Al igual que contra el Unicaja en 2002, cuando consiguió su único campeonato, el Tau se volvió a colocar con dos partidos de ventaja en la finalísima. Con la simple idea de mover el balón de un lado a otro a la espera de un lanzamiento sencillo, desquició la defensa en zona local. Teletovic y Rakocevic la martirizaban desde el perímetro y Mickeal se hinchó en la pintura. Ambidiestro de dos metros pelados, el estadounidense domina como nadie los tiros cortos y es una de las principales razones del éxito del Tau. Nadie diría que estuvo a punto de quedarse cojo cuando se rompió el talón de Aquiles hace unos años.
La otra tiene acento brasileño. Pese a los palos que le han caído, sobre todo por su blandura desde la línea de libres, Tiago Splitter silenció el Palau con dos tapones de escándalo. Al canterano -llegó al País Vasco a los 15 años, y de momento no se plantea el caramelo de jugar en la NBA pese al interés de San Antonio Spurs- no le tembló el pulso y anotó dos de los cuatro libres que forzó el Barça en sendas faltas para acercarse en el marcador. Lo justito para sentenciar prácticamente la serie. El martes Vitoria espera proclamarse campeona.
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