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Crítica:TEATRO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Comedia de costumbres

Escrita hace una docena de años, esta obra de Jordi Galcerán, autor que alcanzaría fama y prestigio con El método Gronholm, es una especie de comedia de costumbres a cuenta de los pelotazos urbanísticos, en la figura de un ministro cesado por haberse construido de extranjis un chaletito de nada, y a partir de ahí la cosa se va enredando con la reiteración de sus suicidios frustrados, visitas inoportunas, llamadas a servicios de señoritas a domicilio y demás parafernalia que viene a quedar en poca cosa, una madeja de enredos donde ni siquiera los diálogos, previsibles hasta le exasperación, tienen más gracia de las que previamente se les supone.

La tradición de Jardiel, Mihura o Arniches no le sirven de mucho al autor para encadenar una secuencia de situaciones tragicómicas que funcionan un tanto en orden decreciente, ya que lo más sesudo es ver al ministro cesado por un minipelotazo y a continuación pues todo lo demás, un enredo que no por inverosímil es menos previsible. Galcerán dice amar el teatro de David Mamet, pero supongo que será en privado, para sus adentros, porque aquí no hay ni rastro de la sabiduría (para mi inexistente) del dramaturgo y guionista norteamericano. Sólo hay tipos, algo de costumbrismo, briznas forzadas de ingenio en los diálogos, y muchas pistolas, eso sí, como si aquí fuera tan fácil hacerse con armas de fuego. Un divertimento menor, sobreactuado por Dolores Faraco y Elena Candela, y miniactuado por Manuel Hernández. Un sainete de vibrante actualidad.

FUGA

De Jordi Galcerán, por Saineters y Yorick. Intérpretes, Manuel Hernández, Dolores Faraco, Tomás Mestre, Elena Candela, Javier Monzó. Vestuario, Inma Ortega. Iluminación, José A. Pérez, Juan Luis Mira. Escenografía, José A. Pérez. Dirección, Juan Luis Mira. Teatro Talía. Valencia.

En la obra sólo hay tipos, algo de costumbrismo y briznas de ingenio
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