Ellos acusan, China responde
Tras el veto a Sharon Stone, ahora George Clooney, Richard Gere y Steven Spielberg están en el punto de mira
Hollywood mira con recelo a China. Son muchos los actores y cineastas que no ocultan su oposición al Gobierno chino y que han pedido el boicoteo a los Juegos de Pekín. Ellos acusan y China responde. La primera en descubrir la ira del país asiático ha sido Sharon Stone. La casa Dior se ha visto obligada a retirar todos los anuncios de uno de sus perfumes de más éxito del que es imagen la actriz y los distribuidores de cine han vetado sus películas. Ella ha pedido disculpas, pero de nada le ha valido. China no perdona. Su acusación de que el "mal karma" del país ha ocasionado el último terremoto con miles de víctimas le ha pasado factura.
George Clooney ha tenido más cuidado al criticar la política del Gobierno chino porque no ha olvidado que es imagen de Omega, una de las grandes firmas patrocinadoras de los Juegos Olímpicos de Pekín.
Clooney denuncia con rotundidad desde hace tiempo la política exterior de China en Sudán. Con sus colegas Brad Pitt, Matt Damon y Don Cheadle ha creado una organización no gubernamental, Not on Our Watch (No ante Nuestros Ojos), para atraer la atención mundial sobre el drama de Darfur.
Para salvar este conflicto de intereses, Clooney ha optado por el diálogo. "Llevo hablando desde hace un año con Omega y continuaré haciéndolo", ha dicho. El actor estadounidense ha pedido a la marca de relojes que denuncie la política exterior de China en Sudán. De momento, Omega no lo ha hecho.
Más contundente se mostró hace meses el director de cine estadounidense Steven Spielberg, que decidió renunciar a su trabajo de asesor artístico para la inauguración y clausura de los Juegos de Pekín. Spielberg acusó a China de no hacer lo suficiente para que su aliado, Sudán, ponga fin al "continuo sufrimiento humano" que afecta a la región de Darfur. Al menos 200.000 personas han sido asesinadas y dos millones han sido forzadas a dejar sus hogares durante los cinco años que dura el conflicto. En un comunicado Spielberg señaló: "Mi conciencia no me permite continuar como si nada hubiera pasado".
Richard Gere, seguidor del Dalai Lama y presidente de la Campaña Internacional para el Tíbet, se ha desmarcado de su dirigente espiritual, que no es partidario del boicoteo. Él sí lo es. El actor sostiene que ir a los Juegos Olímpicos de Pekín sería actuar "sin escrúpulos".
"No era defensor del boicoteo, pero este acontecimiento deportivo que convertirá Pekín en el centro de atención del mundo entero es el momento oportuno para actuar y denunciar", ha dicho.
Gere, como Spielberg, no temen el enfado de los chinos, que además de mostrar su ira con Sharon Stone lo han hecho con otras personas y marcas. Miles de ciudadanos chinos, por ejemplo, se han manifestado semanas atrás contra los supermercados Carrefour de todo el país, pidiendo el boicoteo a esta empresa francesa, cantando eslóganes contra la independencia del Tíbet. Otras marcas francesas como Louis Vuitton, L'Oréal y Peugeot Citroën también han sido blanco del sentimiento antioccidental, que ha surgido sobre todo en los foros, blogs y webs de Internet, uno de los pocos medios donde los chinos pueden expresarse con relativa libertad.
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