La metamorfosis de dos líderes

La coronación de Los Ángeles Lakers como reyes del Oeste era el momento esperado por la prensa estadounidense para subrayar la transformación de Kobe Bryant. Hace un año, el líder del equipo declaró en una emisora de radio de Los Ángeles que prefería ir a Plutón que volver a ponerse la camiseta de los Lakers y se despachó a gusto con Mitch Kupchak el general manager del equipo. En octubre se disculpó. "Desde que empezó la temporada ya no pensé en el traspaso. Simplemente me centré en lo que tenía que hacer para que el equipo jugase lo mejor posible. Es lo que hice", afirmó el jugador. El equipo mejoró, pero no tanto como esperaba y a las dificultades se añadió la grave lesión que sufrió Andrew Bynum.

El español valora aún más el triunfo por los malos tiempos que pasó en los Grizzlies

El equipo estará en la final por primera vez desde 2004 y por 29ª ocasión en su historia

Entonces, el uno de febrero, en un sorprendente traspaso, aterrizó Pau Gasol en Los Ángeles. Todo cambió. La vida de Gasol, que lo había pasado fatal en su último año y medio por la falta de perspectivas y la caída en barrena de los Memphis Grizzlies, y también la trayectoria de los Lakers que cogieron la onda definitivamente, se impusieron en la fase regular de la Conferencia Oeste y, ahora, han barrido en los playoffs de la conferencia para plantarse en la final por primera vez desde 2004 y por 29ª ocasión en la historia de la franquicia.

"Hemos crecido, hemos sido conscientes, paso a paso, del gran equipo que tenemos, con un enorme talento potencial y con una química envidiable", explicó Gasol, a quien desde la grada apoyaron sus padres Agustí y Marisa, su hermano menor, Adrià, y el actor Antonio Banderas, entre otros muchos.

Pau Gasol, en un perfecto inglés combinado con el castellano, en función del idioma del periodista que le preguntaba, incidió en la ambición que atesora su nuevo equipo por alcanzar el título. "Nos falta el último escalón para conseguir los que todos deseamos. Seguimos con mucha hambre y queremos aprovechar esta grandísima oportunidad", aseguró.

Los malos tiempos pasados en los Grizzlies ya son historia para Pau Gasol. Justamente por eso, valora en mayor medida la experiencia de alcanzar una final de la NBA. "He deseado durante mucho tiempo poder estar en una situación como ésta, luchar por un campeonato. Jugar a este nivel, con un gran equipo. No sabía ni cuándo, ni cómo, ni con quién, pero deseaba que pudiera hacerse realidad y aquí estamos viviendo el sueño".

Si Gasol tiene un sueño, la afición tiene otro: una final contra los Boston Celtics. "¡We want Boston! ["¡Queremos a Boston!"], coreaba la grada del Staples Center cuando concluía el encuentro ante los Spurs. El pívot español asegura, sin embargo, que no le importa quién sea el rival en la final.

Los Lakers ya saben que tendrán el factor cancha en contra en una serie que dará inicio el próximo 5 de junio en Boston o en Detroit. "No queremos saber qué se siente al perder una final de la NBA. Iremos a por ella. Nos falta un pasito más para hacer realidad este sueño", sentencia Pau Gasol, el chaval de Sant Boi de Llobregat que triunfó primero en el Barcelona y que siete años después de aterrizar en la NBA, en la mejor liga del mundo, está a un paso de situar su nombre junto a los grandes de verdad.