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Armadores lucenses abren la protesta y amenazan con desabastecer las lonjas

Incidentes en A Mariña con el bloqueo al puerto de Celeiro y la autovía del Cantábrico

"Estamos quemados psicológica y económicamente". Así justificó un armador del puerto lucense de Burela la jornada de movilizaciones que protagonizaron ayer derramando pescado ante la delegación de Pesca en Celeiro y cortando luego el tráfico, con quema de neumáticos incluida, entre Galicia y Asturias en el puente de Los Santos sobre la ría de Ribadeo. Además amenazan con amarrar toda la flota y dejar desabastecidas las lonjas a partir del 13 de junio.

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El incremento del precio del combustible y la "falta de control" sobre las importaciones de pescado ha llevado a los armadores -que han constituido una plataforma para la defensa del sector pesquero-, a una "situación límite", tal y como denunció el presidente de la Junta de Cofradías de Pescadores de Celeiro, Domingo Rey.

"Llevamos meses que no compensa salir a pescar y cada vez que lo hacemos perdemos dinero", se quejó Rey, tras haber participado en una concentración ante la delegación de Pesca, donde de forma simbólica derramaron por el suelo dos cajas de lirio y prendieron varias bengalas de señalización. Allí fueron recibidos por el delegado de Pesca, José Ramón Val, quien se comprometió a dar traslado de sus reivindicaciones a la consellería. Explicó además que están trabajando "intensamente" para encontrar una solución ante una situación que, reconoció, "apremia".

Conseguir bonificaciones en el precio del combustible; lograr exenciones en las cotizaciones a la Seguridad Social y ejercer un mayor control sobre las importaciones, constituyen el grueso de las reivindicaciones de la plataforma, que el armador Geni Regal resume con la exigencia de "precio justo para el gasóleo y lo que pescamos" y mayor control "para el pescado de importación que invade nuestros mercados".

Las reivindicaciones llevaron a la plataforma -integrada por armadores de los puertos lucenses de Celeiro, Burela, O Vicedo y Foz y los asturianos de Luanco y Avilés- a proseguir por la tarde con sus acciones de protesta, lo que se tradujo en un corte de tráfico en la autovía del Cantábrico (A-8) que dejó incomunicadas las comunidades de Galicia y Asturias durante unos 20 minutos.

El humo que desprendían dos filas de neumáticos, ardiendo a uno y otro lado del ribadense puente de Los Santos, se convirtió en la seña de identidad de un conflicto que amenaza con ir a más.

Si antes del 13 de junio no reciben una respuesta a sus reivindicaciones, las lonjas del Cantábrico quedarán desabastecidas de pescado. Y es que el amarre de la flota ya está programado: el 30 de mayo pararán todos los barcos que faenan en el litoral (arrastre y bajura) y a partir del 10 de junio comenzará a parar la flota de altura y gran altura conforme vayan regresando a puerto procedentes del caladero del Gran Sol. A partir de esa fecha dispondrán de tres días para vender el pescado y luego llegará el desabastecimiento.

Tan sólo un compromiso firme de la Administración, bien a través de la ministra, Elena Espinosa, o el secretario de Estado de Pesca, Martín Fragueiro, podrá evitar que se llegue a una situación de amarre total de la flota.

La Asociación de Armadores y la Cofradía de Pescadores de Marín se sumó ayer al paro y las protestas convocadas por la Cooperativa de Armadores de Vigo. Marín se desmarca así, claramente, de la posición del presidente de las Cofradías de Galicia, contrario al amarre.

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