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Juicio a la 'estrella' de la Cope

"¡No hagas gestos, Federico!"

Si las miradas mataran, la que se dedicaron durante una milésima de segundo Alberto Ruiz-Gallardón y el locutor Federico Jiménez Losantos ayer en el Juzgado número 6 de lo Penal los hubiera fulminado a ambos. Sus ojos se cruzaron cuando el periodista acababa de declarar y el alcalde se disponía a hacerlo.

No hubo más saludo, ni antes ni después. Ruiz-Gallardón estaba apesadumbrado y nervioso; Losantos, acodado en la silla y sin quitarse el abrigo, no dejó de mascar y de sonreír -o reír abiertamente, negando con la cabeza- mientras el alcalde hablaba. En el primer receso que concedió la juez, una asesora del acusado se lo llevó a un rincón del juzgado y exclamó: "¡No hagas gestos, Federico! ¡No hagas gestos mientras él declara!". "Pero si sólo he hecho dos gestos...", se defendía con timidez el locutor mañanero.

Los testigos de la defensa sí saludaron con cierto afecto al periodista sentado en el banquillo. A la pregunta protocolaria de la juez antes de cada interrogatorio -"¿conoce o tiene relación de parentesco, amistad, enemistad u otro tipo con el acusado o el querellante?"-, las respuestas fueron distintas y elocuentes. "Conocimiento, amistad no", dijo escueto Ruiz-Gallardón. "Ninguna enemistad", contestó Zaplana. "Los dos son amigos", aseguró Acebes. "Amistad con los dos... Aunque discrepe en muchas cosas", quiso apostillar Aguirre. Sólo Ignacio González, número dos de Aguirre y muy enfrentado con Gallardón, renunció a hablar de amigos: "Relación laboral. Con ambos".

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