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Reportaje:

Valverde pierde el pulso

Impotente ante el mal ambiente en el vestuario, el entrenador deja el Espanyol

Jordi Quixano

Todo se zanjó con una conversación telefónica el domingo por la tarde. "Me voy. Lo siento, pero no sigo", desveló el hasta entonces técnico del Espanyol, Ernesto Valverde, a Daniel Sánchez Llibre. "De acuerdo", respondió el presidente del club un tanto lacónico. Ninguno de los dos quería seguir de la mano -así lo admitían entre cuchicheos varios directivos- y todo resultó fácil. Como la seda.

Más que nada, porque el Espanyol se ahorra pagar una indemnización de cerca de un millón de euros -el finiquito le sale por unos 350.000 euros- y porque el entrenador se ahorra un quebradero de cabeza, un año de contrato, poco ilusionado como estaba en seguir con el mismo equipo. Valverde, finalista de la Copa de la UEFA en 2007 y que ha mantenido sin apuros la categoría durante dos cursos, se marcha del Espanyol. Pesó más el núcleo duro del equipo que él. Entre otras razones, porque no han existido ofertas por los jugadores señalados y porque no se puede hipotecar el futuro de la entidad con incertidumbres. "No voy a ser el entrenador del próximo año", alcanzó a decir en la rueda de prensa Valverde con la voz entrecortada.

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Se acabaron las noches en las que el técnico y el director deportivo, Paco Herrera, se reunían hasta altas horas para pensar en el futuro equipo, para aclarar la línea deportiva. "Esto trastoca los planes", reconoció Herrera. Por entonces, sin embargo, quedó claro que el Espanyol derivaba hacia dos líneas de sucesión. La primera era la continuidad del técnico; la segunda, la de los pesos pesados, como Tamudo, Luis García y De la Peña. Todos juntos no cabían. "Hay muchas filtraciones que salen desde el vestuario que así lo indican", revelan desde el Espanyol.

El viernes pasado, a las tres de la mañana y tras una reunión maratoniana, Valverde se arrancó: "Paco [Herrera], dame tres días para tomar una decisión". Pasado el tiempo y certificadas las ofertas del Olympiakos y el Getafe, optó por no continuar. "He analizado el ambiente que hay alrededor del equipo y no es el mejor. Tomo la mejor decisión para mí y para el club", concluyó. "No creo que haya mal ambiente", replicó Sánchez Llibre.

Valverde ha perdido el pulso, como le ocurrió hace dos años a Miguel Ángel Lotina y a varios futbolistas. Se acaba la era Valverde y no se sabe quién será su relevo. "Ha terminado un ciclo de dos años buenos, brillantes, a excepción del último tramo, y espero que la próxima vez que regrese no haya penaltis", lamentó Valverde, que perdió la final de la Copa de la UEFA como jugador en 1988 y como técnico en 2007. Sánchez Llibre cuenta diez técnicos en diez años de mandato.

Ernesto Valverde, tras anunciar su despedida como entrenador del Español.
Ernesto Valverde, tras anunciar su despedida como entrenador del Español.EFE

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