Montilla justifica los informes del Gobierno y reta al PP a ir al juzgado

El empeño del Gobierno catalán en encargar informes de asesoramiento -1.580 el año pasado por valor de 32 millones- motivó ayer una agria polémica parlamentaria entre el presidente de la Generalitat, José Montilla, y la oposición, con guerra de cifras incluida. El Partido Popular y Ciutadans cuestionaron de nuevo la utilidad de informes como los referentes a la construcción de un juego de parchís, otro sobre el mercado discográfico mexicano o el que atañe a la seguridad china, encargados por diferentes departamentos. Montilla defendió la utilidad y la legalidad de estos encargos y emplazó al Partido Popular a acudir a la justicia si duda de ello.

El presidente del PP catalán, Daniel Sirera, ironizó sobre los informes de asesoramiento y criticó el "silencio" que ayer mantuvo Convergència i Unió sobre el asunto, algo que interpretó como un "intento de taparse las vergüenzas" entre el PSC y CiU. También pidió la comparecencia de hasta 12 consejeros. Montilla, visiblemente molesto, respondió que su Ejecutivo no tiene que "tapar nada". "Vaya al juzgado. Es lo que ha de hacer", retó Montilla a Sirera, al tiempo que subrayó que el Gobierno catalán ha cumplido con la legalidad y con su obligación de ser "transparente". El Gobierno catalán, en un intento de justificar el gasto en informes, aseguró que respecto al total del presupuesto es hoy inferior al de los Gobiernos de CiU: el 0,37% del presupuesto, frente al 0,48% que representaba en tiempos de CiU. Según el Gobierno catalán, este año se han presupuestado 127 millones para la elaboración de informes,frente a los 90 millones gastados por el último Gobierno de CiU en 2003.

Estas cifras no coinciden con las aportadas por Convergència i Unió, según las cuales el Gobierno gasta hoy cinco veces más que en 2003 en la misma partida. En cualquier caso, el tripartito resta credibilidad a las cifras de CiU por considerar que no incluyen el total del gasto.

Convergència i Unió tuvo no pocos problemas con el encargo de informes en sus 23 años al frente de la Generalitat. Eso sí, no le explotaron en las manos porque los ocultó. En 2005, ya con el tripartito en la Generalitat, trascendió que los gobiernos de Jordi Pujol encargaron cerca de 170 informes que nunca fueron registrados en el Parlament y que en buena medida eran estudios de carácter electoral a beneficio de Convergència i Unió, pero sufragados con fondos públicos.

Entre estos informes hay uno de 1998 con el que se intentaba conocer las posibiliddes electorales del que iba a ser el contricante de Jordi Pujol: Pasqual Maragall. También se encargaron informes sobre la obediencia política de periodistas vinculados a los medios de la Generalitat y de profesionales de las empresas privadas, cuyo grado de catalanidad se intentó evaluar. El caso fue archivado por la fiscalía.