Cortan la luz a las familias realojadas en Ponte Caldelas
Pueblo Gitano denuncia al fiscal el supuesto sabotaje
El presidente de Pueblo Gitano en Galicia, Sinaí Giménez, denunció ayer el sabotaje "de algún vecino" de Ponte Caldelas a las dos familias realojados en la parroquia de Caritel, a quienes "les cortaron la luz el sábado por la noche". Desde hace casi tres meses, un grupo de residentes de la zona se concentra todos los sábados ante las viviendas de los calés para hacerles saber que no son bienvenidos.
Sinaí Giménez asegura disponer de pruebas testimoniales y técnicas que constatan estos hechos calificados por el líder de etnia gitana como "muy graves". De ahí que hayan decidido poner en manos de la Fiscalía este asunto, como ya hicieron con anterioridad con los conflictos vecinales de Monte Porreiro, una vez que los servicios jurídicos de la asociación hayan recabado la información necesaria. Giménez afirma que también en Caritel se repiten las concentraciones frente a las dos viviendas unifamiliares de los gitanos a quienes "acosan y amenazan". De hecho, sostiene que se han tirado "petardos de gran potencia" contra las casas.
No obstante, la versión de los manifestantes es radicalmente opuesta. Javier Santos, uno de los portavoces, asegura que la tónica de las concentraciones es "bastante pacífica". Además, sostiene que el pasado sábado "las casas tenían todas las luces apagadas pero justo cuando se acabó la protesta las encendieron". Javier Santos niega que se saboteara el servicio eléctrico y carga las tintas sobre los propios gitanos, que hace unos días "amenazaron a tres amas de casa diciéndoles que iba a haber más que tiros".
Pueblo Gitano sostiene que después del corte en el suministro eléctrico, que ya se ha restablecido, una de las familias se fue de su casa para pasar la noche en O Vao porque "los niños estaban asustados y no podían dormir".
Mientras, en Lugo, el alcalde, José López Orozco, recibió ayer a los representantes vecinales del barrio de A Ponte, opuestos a la concesión a familias gitanas de 25 viviendas de promoción pública. Portavoces de los vecinos también se reunieron con el delegado de Vivenda, Cosme Eladio Pombo, mientras unas 300 personas cortaban el tráfico en la avenida Ramón Ferreiro. El alcalde se ofreció a mediar en el conflicto, pero rechazó cualquier responsabilidad. "El ayuntamiento", precisó López Orozco, "no es el responsable de haber construido las viviendas; tampoco de su adjudicación ni del decreto de cómo había que adjudicarlas".
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