Primavera embotellada
Desde Sant Sadurní d'Anoia, donde la casa catalana Gramona produce los cavas que siempre puntúan lo más alto entre las figuras de la alta cocina y los más exigentes nariz de vinos, llega una propuesta primaveral. Es el Gramona Gessamí, vino fragante en el que predominan notas de jazmín, rosas, azahar... y toques frutales, a albaricoque y piel de cítricos. Como si se tratara de una infusión fresca.
La categoría del contenido lo da un ensamblaje de uvas: muscat de Alejandría, muscat de Frontignan, Sauvignon Blanc y Gewürztraminer. Con etiquetas de ramilletes florales blancos, el Gessamí se presenta en dos formatos de botella tipo Rhin, uno pequeño (37 centilitros) para el disfrute individual y otro (de 75 centilitros) para compartir (precio aproximado, 6,30 euros). Puede beberse ya, en armonía con ensaladas, pescados grasos, foie y quesos, pero "aguanta perfectamente uno o dos años en botella", aseguran en Gramona (www.gramona.com), cuyo famoso Ví de gel (el primer vino de hielo español) cumple ahora 10 años.