Otro espíritu burlón
Cuando Mihura y Álvaro de Laiglesia escribieron esta comedia policiaca y sentimental, la gente había hecho suyo el humor disparatado de La Codorniz, que al primero le parecía ya cosa gastada. La escribieron en 20 días, y se nota. Quisieron hacer algo novedoso, pero se quedaron entre dos aguas.
Aunque la crítica de la época no lo viera, debieron de tener muy presentes un par de obras estrenadas pocos años antes: Un espíritu burlón, aludida en un diálogo, y La herida del tiempo, donde se juega también con el futuro entrevisto en el presente.
Amelia Ochandiano, directora de este montaje, no acaba de extraer el potencial onírico del primer acto: debería de ser más inquietante y dislocado. Respecto al final, tan ambiguo, es endemoniadamente difícil. ¿Son los protagonistas conscientes de que se están poniendo en brazos de la muerte o sólo lo es Mercedes (Isabel Ordaz) y en el último instante, como sucede aquí?
Colocar los chistes de Mihura y De Laiglesia exige de los actores un tempo ajustado al milímetro: quien lo maneja mejor es Cipriano Lodosa. Se nota que protagonizó Tres sombreros de copa.
Intérpretes: Isabel Ordaz, Ismael Martínez, Lola Baldrich, Francesc Albiol, Cipriano Lodosa... Madrid. Teatro Fernán-Gómez. Hasta el 8 de junio.