Un gran alivio
Los Lakers toman ventaja con muchos apuros ante Utah y están a una victoria de la final de la Conferencia Oeste
No hay testigos, pero la realidad no tuvo que ser muy diferente. Media hora después del partido, Jack Nicholson se metió en su limusina de ocho metros que le recogió, como todos los días de partido, en la puerta del Staples Center. Cogió un vaso, lo llenó de hielo y sacó una botella de whisky del minibar. Lejos de la curiosidad de la gente, se estiró sin tener que guardar las formas, dio un buen primer trago y resopló de alivio. ¿Qué tal?, preguntó el chófer. Tío Jack sólo pudo responder de forma onomatopéyica. "Uffff". Mejor resumen, imposible.
Según van pasando los partidos de esta serie, una sensación de creciente agonía impregna las evoluciones de los Lakers. Está claro que parte de la culpa la tiene el rearme de los Jazz, que ahora sí que hacen gala de su fama de conjunto incómodo, correoso, tan duro como se le permita y con una buena dosis de talento depositado en gente como Deron Williams (vaya partidazo), Kirilenko o la mano incorrupta de Okur. Pero no toda. Después de liquidar sin demasiados esfuerzos los dos primeros encuentros, los hombres de Phil Jackson se han ido enredando hasta llegar al crucial quinto partido con demasiadas dudas. No sólo sobre el estado físico de Bryant, sino por otras cuestiones que los partidos en Utah pusieron sobre el tapete: la consistencia de Gasol, la falta de productividad de los reservas, la crisis galopante de Farmar y saber si con lo que tienen estos Lakers pueden ganar el anillo.
L. Á. LAKERS 111- UTAH JAZZ 104
L. Á. Lakers: Fisher, (14), Bryant (26), Radmanovic (15), Odom (22) y Gasol (21) -equipo inicial-; Farmar (6), Walton (1), Vujacic (6), Turiaf (0) y Mbenga (0).
Utah Jazz: Williams (27), Brewer (16), Okur (13), Kirilenko (12) y Boozer (18) -equipo inicial-; Korver (6), Millsap (0), Harpring (6), Price (2), Collins (0) y Miles (4).
Árbitros: Washington, Delaney y Javie. Expulsaron por personales a Kirilenko. Técnica a Vujacic.
18.997 espectadores en el Staples Center de Los Ángeles. Global de la serie: 3-2.
4º CUARTO
3º CUARTO
2º CUARTO
1º CUARTO
29-26
32-28
20-27
30-23
Para todo no tuvo respuesta, pero a la espera de que el tiempo y las eliminatorias pongan a cada uno en su justo lugar, el equipo consiguió lo principal con Gasol de protagonista estelar en el desenlace. Pau estuvo un poco Guadiana. Empezó de guardia de tráfico repartidor de juego en el primer cuarto, para pasar a explotar al máximo su capacidad anotadora en el segundo, luego se ofuscó en el tercero e inicios del cuarto para terminar como salvador final con dos canastas definitivas. La primera, jugando de espaldas a canasta frente a Okur y lanzando un medio gancho de izquierda que se cantó como un gol. Medio minuto después, capturó un rebote ofensivo con un pequeño empujón incluido al mismo Okur. La machacó y el grito se oyó en San Francisco. Hubo algo de justicia en esta acción. Pareció falta, igual que otras cuantas que sufrió en sus propias carnes Gasol, pero los árbitros fueron consecuentes con el estilo con el que están juzgando. O te quedas con la cabeza de tu contrario en la mano, o aquí no ha pasado nada. Ideal para gente como la que tiene Jerry Sloan.
Los Lakers resolvieron una papeleta muy exigente física y mentalmente. Y todo con Bryant a medio gas. Salió el MVP y para tranquilizar a sus seguidores hizo cinco puntos antes de que todo el mundo se sentase. Fue un golpe de efecto positivo pero, según pasaron los minutos, su presencia se fue diluyendo en tareas anotadoras. Tanto que en el último cuarto casi ni anotó. Al menos, la lección del cuarto partido estaba aprendida y los balones cayeron sobre Fisher, enorme toda la serie, y Lamar Odom. Al final surgió Gasol, a tiempo para el cerrojazo. Su cara y la de sus compañeros no era muy distinta a la de Jack Nicholson. Ésa de "uff, de la que nos hemos librado". Los Lakers están ya a una victoria de la final de la Conferencia Oeste.
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