Lorenzo no da ni un paso
Los médicos obligan al piloto a ir de la moto a la silla de ruedas tras su accidente
Desde hace un par de semanas, Jorge Lorenzo es plenamente consciente de las dificultades a las que se enfrentan diariamente aquellas personas que no pueden caminar y que tienen que moverse sentados en una silla de ruedas de un sitio para otro. Hoy se cumplen dos semanas desde que el piloto mallorquín de MotoGP se estrelló contra el asfalto del circuito de Shanghai tras salir escupido de su Yamaha a una altura de tres metros. El choque le hizo añicos los tobillos. El diagnóstico: una fractura del astrágalo derecho y una rotura del ligamento anterior del tobillo izquierdo. Desde entonces, Lorenzo no puede andar, y la prohibición médica se hace extensiva a este fin de semana, en Le Mans, donde el domingo pretende correr la quinta carrera de la temporada más apretada de los últimos años.
El traumatólogo le aconseja que ande lo menos posible con muletas
Tal como pintan las cosas, al bicampeón del mundo español se le avecinan días de agobio, en los que sólo podrá deshacerse de la silla de ruedas en el momento en que se suba a la moto, bien sea la de carreras o la que los corredores utilizan para moverse por la trastienda de los circuitos. Aunque ayer llegó recostado en un par de muletas, Xavier Mir, el traumatólogo que le hace el seguimiento de la lesión, le ha aconsejado que las emplee lo menos posible.
El primer mandamiento es claro: no dar un paso. "Por la lesión que tiene en el tobillo derecho", explica Mir, "el movimiento que peor le va a Lorenzo es la dorsoflexión del antepié". O sea, llevar el empeine hacia arriba. "Además, le he dado un CD con el TAC tridimensional que nos permitió descubrir la rotura de los ligamentos del tobillo izquierdo, para que se lo dé al doctor Costa
[el médico que se encarga de la clínica itinerante del Mundial], junto a una serie de indicaciones sobre lo que deben realizarle cada día", ahonda Mir, que se llevó una grata impresión tras comprobar la evolución del piloto balear. "Las inflamaciones le han remitido mucho, y eso es debido a los tratamientos que ha hecho cada día: fisioterapia, masoterapia, ultrasonidos...", destaca el doctor, que en un primer momento mandó hacerle a Lorenzo unas plantillas de silicona para que las colocara dentro de la bota, a modo de protección. "No las va a usar porque le molestan. Seguramente, haremos unas más adelante, para andar", matiza el traumatólogo, que también ha aconsejado a su paciente que evite inyectarse antiinflamatorios.
"Estas dos semanas me he dado cuenta de lo difícil que es la vida para la gente que debe moverse en una silla de ruedas", reconoció Lorenzo a su llegada a Le Mans. "Yo estaré bien en unas semanas
[según el doctor, de cara al Gran Premio de Catalunya, el 8 de junio], pero hay gente que tiene que estar en esta situación toda la vida. Ahora sé lo mal que lo pasan; me solidarizo al 100% con ellos", reflexionó el piloto de Yamaha, que, gracias al cuarto puesto que defendió en China, se mantiene segundo en la clasificación del Mundial, a siete puntos de Pedrosa.
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