"Donde juegue quiero ser titular"

Le llaman Calderón, pero su nombre no es José Manuel, sino Fran. Tiene 19 años, vive en Fuenlabrada y ayer se desplazó a Madrid para ver a su ídolo, a aquel base con piernas de negro que fichó por el Fuenla en 2001. Fue el primero en comprarse su camiseta. Desde entonces se ha convertido en algo más que un seguidor. "Es uno de esos amigos que no desaparecerán al retirarme", puntualiza el verdadero Calderón.

Recién llegado de sus vacaciones en el Caribe, el base de Toronto Raptors pasó por la sede de la Federación Española de Baloncesto para hacer balance de su temporada en la NBA. "Ya tenía ganas de volver", comenta Calderón luciendo bronceado y unas bambas de Prada. Un regreso radiante por el salto de calidad que ha dado en su tercer curso con los Raptors: 11,2 puntos y 8,3 asistencias de media por partido y candidato al último All-Star. "Mis objetivos se han cumplido", confirma el extremeño, cuyo futuro se definirá en las próximas fechas.

"No sé en qué equipo jugaré la próxima temporada, pero deberá aspirar a todo"

"Mi trabajo está hecho. Lo demás llegará en su momento"

Cumplidos sus tres años de contrato con Toronto, la NBA le permitirá negociar con otros equipos desde el 1 de julio. Cualquiera estaría de los nervios. Cualquiera, menos Calderón: "¿Para qué? Es una tontería darle vueltas. Mi trabajo está hecho. Lo demás llegará en su momento". Lo demás son las muchas franquicias que desean hacerse con sus servicios. Y lo demás también es la segura mejora salarial de su nueva ficha: "No sé dónde jugaré la próxima temporada, pero el club al que vaya debe aspirar a todo".

La ambición. Una constante para definirle entre quienes han jugado a su lado. "Pero también es trabajo. Y humildad. E intentar mejorar cada día", añade Calderón, un tipo al que le gusta marcarse metas, como cuando instaba a sus compañeros en el Mundial de Japón, en 2006, a aumentar la distancia con sus rivales. "Ahora, 10. Ahora, 20. Ahora, 30", les decía. Su meta actual es otra: "Ser titular". No le importa dónde mientras lo consiga. Y no descarta quedarse en Canadá. "Tengo una espinita clavada allí". "¿Incluso si sigue T. J. Ford?", le preguntan sobre el base estadounidense, que recuperó la titularidad antes de los playoffs tras pasarse medio año lesionado. Calderón pasó de 30,3 minutos de media en 56 partidos como titular a 24. Y Toronto cayó por 4-1 ante Orlando en la primera ronda. "Yo le propuse a Mitchell quedarme en el banquillo. Se negó al principio, pero el equipo no funcionaba con T. J. de suplente. Ahora desconozco los planes de Toronto, pero no aguantaría otro año sin ser titular".

"Tampoco creo que ser humilde vaya en mi contra", afirma Calderón, que dice no haber cambiado mucho desde que, estando en el Tau, Dusko Ivanovic -"mi mejor entrenador: me enseñó a ser fuerte mentalmente", dice- le diera caña desde la banda. "Mantengo los mismos amigos y el baloncesto me ha permitido hacer algunos más...", confiesa señalando a Fran. "No sabría definirle", dice el chaval; "quizás como una excelente persona. O, mejor, ¡como un sol!".