Nuevo juicio por el crimen de la Viña
La Audiencia de Cádiz acoge una vista repetida por un asesinato de 1998
Hace diez años Dominga Ramírez Ureba fue asesinada en su casa de uno de los barrios más emblemáticos de Cádiz, cuyo nombre sirvió para que la historia local recordarse este suceso como el crimen de la Viña. Hace seis años la Audiencia absolvió a dos vecinos suyos, que fueron acusados de matar a la mujer con el robo como móvil principal.
Pero el Tribunal Constitucional atendió el año pasado el recurso presentado por la familia de la víctima, que se había quejado de la ausencia de abogado y procurador de oficio durante el juicio. Una década después la muerte de Dominga volvió ayer a analizarse en la misma sede judicial.
La defensa advierte de que el tiempo dificultará las declaraciones
El juicio repetido del crimen de la Viña arrancó con la designación de los nueve miembros del jurado y los dos suplentes que deliberarán por segunda vez sobre la culpabilidad del matrimonio formado por José María Díaz e Inmaculada Astorga, que ayer se volvían a sentar en el banquillo por un delito por el que ya fueron juzgados. Los acusados prefirieron no hablar con los medios de comunicación congregados en la Audiencia Provincial para eludir ser "de nuevo el centro de atención", según explicó una portavoz de la familia.
Su abogado defensor, José Antonio Balbuena, cree que repetir este caso diez años después es "una barbaridad porque, entre otras cosas, los testigos no se van a acordar por lógica. Pero estamos convencidos en volver a conseguir la declaración de inocencia de nuestros defendidos".
La pareja acusada ha esperado seis años desde que fueron absueltos a la repetición del juicio. La sentencia absolutoria de la Audiencia fue recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que, en marzo de 2003, ordenó repetir el juicio por considerar que se vulneraron derechos de la familia de la víctima al carecer de abogado y procurador de oficio. El Supremo, en cambio, atendió el recurso de casación presentado por los acusados y ratificó la sentencia que les absolvía. La alegría para ellos duró un año, el tiempo que tardó el Constitucional en rechazar el fallo del Supremo y ordenar repetir el juicio.
La Fiscalía pide 23 años de prisión para cada uno de ellos. Las acusaciones ejercidas por las hijas de Dominga, un año más. Reclaman la consideración de un triple delito: asesinato, robo con violencia y allanamiento de morada. En 1998 la pareja atravesaba una difícil situación económica y él era consumidor habitual de drogas, según el Ministerio Público. Vivían junto a la víctima, de 79 años, quien residía sola en una habitación separada por un tabique del comedor de José María e Inmaculada. La Fiscalía considera probado que ambos entraron en casa de Dominga para robarle mientras dormía. También da por buena la versión de que ella se despertó y para que se callara le taparon la cara con un cojín mientras que le clavaron hasta nueve veces tres cuchillos que encontraron a mano. La defensa reclama la inocencia. En su día, José María admitió haber participado en el crimen ante la Policía pero después lo negó ante el juzgado. El jurado consideró que no se habían reunido pruebas suficientes para considerar culpable a la pareja.
Sobre este relato de hechos tiene ahora que debatir el jurado elegido ayer. Los nueve miembros y los dos suplentes acudieron ayer por la tarde al domicilio de la anciana fallecida para conocer de primera mano el escenario donde se produjeron los hechos. La casa donde hace una década se cometió el crimen de la Viña.
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