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El Guggenheim se quedó sin dinero para pagar la obra de Cy Twombly

La Tenedora recurrió a avales bancarios para cubrir 5,5 millones de deuda

Al cierre del ejercicio de 2007 la Sociedad Tenedora del Museo Guggenheim, creada a partes iguales por la Diputación de Vizcaya y el Gobierno vasco para comprar la colección de arte del mismo, no tenía dinero suficiente para pagar la deuda que había contraído con el contrato de adquisición de Nueve discusos sobre Cómodo, una serie de nueve pinturas del artista estadounidense Cy Twombly (Lexington, 1928). La auditoría de 2007 muestra que la Tenedora sólo contaba con 426.000 euros en su tesorería, mientras que la cantidad que se adeudaba por Nueve discursos sobre Cómodo ascendía a 5.479.452 euros. La serie de Twombly, por la que se pagaron 21,5 millones de euros, es la obra más cara de la colección del Guggenheim.

Para resolver esta situación de falta de tesorería, la Tenedora tuvo que recurrir a avales bancarios como garantía de la deuda. Finalmente, la cantidad fue pagada con las aportaciones de las intituciones de 2008.

Las dos instituciones han aportados desde la puesta en marcha del museo y hasta finales de 2007 un total de 90,2 millones de euros para formar la colección de la pinacoteca, pero los resultados negativos de las operaciones de compra de dólares a un precio fijado por adelantado han reducido la cantidad disponible. En 2002 y 2003, la Tenedora reconoció un total de 2,2 millones de pérdidas por ese motivo; en 2007, la sociedad regularizó otros 3,5 millones, resultado de las pérdidas acumuladas en ejercicios precedentes. La suma de las pérdidas por tipo de cambio contabilizadas como tales en los balances de la Tenedora es algo superior a los 5.479.452 euros que faltaban para pagar la obra de Twombly.

El pago aplazado de las obras de arte es una práctica común, más en el caso de un precio tan elevado. Sin embargo, las cantidades que el Gobierno y la Diputación destinan este año a la compra de obras para la colección del Guggenheim (6.010.100 euros) deben dedicarse a la adquisición de nuevas piezas, no a otros fines, como cubrir deudas anteriores. A la vista de la auditoria de 2007, expertos consultados consideran que, técnicamente, la situación de la Tenedora al cierre del año pasado era de concurso de acreedores, la antigua suspensión de pagos. Como por su actividad (comprar obras de arte) la Tenedora no tiene capacidad de generar ingresos, la deuda que arrastra sólo podrá solucionarse con una aportación o una ampliación de capital extraordinarias de los socios.

La comparecencia en el Parlamento de la consejera de Cultura, Miren Azkarate, y del director general del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, para informar de las actividades de la Tenedora, prevista para hoy, ha sido pospuesta al lunes.

Respaldo a Vidarte

El Patronato de la Fundación del Museo Guggenheim, que integra a los representantes de las administraciones y las 34 empresas protectoras de la pinacoteca, respaldó ayer de forma explícita al director general del museo, Juan Ignacio Vidarte, y su equipo tras el desfalco de medio millón de euros cometido por el ex director financiero Roberto Cearsolo. El patronato, que recibió información del caso del propio Vidarte, difundió anoche una nota en la que respalda que la "trayectoria y dedicación" de éste y de su equipo "no se cuestionan en ningún momento".

El patronato recuerda que el fraude fue "una acción individual" y que la fundación ha sido sometida a auditorías externas desde el principio de su actividad, aunque obvia que no ocurrió lo mismo con las dos sociedades públicas (la Tenedora y la Inmobiliaria) cuyas cuentas fueron falseadas. El patronato añade que "ha sido informado ampliamente sobre dichas irregularidades" y recalca "que no afectan en ningún modo ni a la fundación ni a su patrimonio". Y dan su visto bueno a las "medidas que impidan" un nuevo desfalco, como las auditorías anuales.

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