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Reportaje:

"Este país funciona por inercia"

Patxi López, aclamado candidato a 'lehendakari' por el Comité Nacional del PSE - Abre una larga precampaña con un duro discurso contra Ibarretxe

Patxi López va a por todas. Ya lo ha dicho en alguna otra ocasión,pero ayer se comprometió solemnemente ante el Comité Nacional del PSE, que le aclamó como candidato a lehendakari, a ocupar Ajuria Enea si su partido es el más votado en las próximas autonómicas. Si no, irá a la oposición. Consciente de su tirón en las pasadas generales, que le convirtieron en la primera fuerza en Euskadi, el PSE ya no está para ser "el moderador necesario del PNV o el acompañante útil del PP".

La primera versión de ese papel fueron los gobiernos entre peneuvistas y socialistas que se sucedieron desde mediados de los ochenta hasta 1997 con Ramón Jáuregui a la cabeza de los socialistas vascos y después con Nicolás Redondo. La segunda, el intento de asalto a Ajuria Enea del tándem Redondo-Mayor Oreja, una estrategia que dio de rebote el mejor resultado histórico a los nacionalistas democráticos en unas autonómicas: 604.000 votos para la coalición PNV-EA encabezada por Ibarretxe. Ahora el socialismo vasco está en clave de alternancia, con la vista puesta en desalojar sin sobresaltos a los nacionalistas de Ajuria Enea.

"¿Dónde está Ibarretxe cuando el país necesita respuestas?"

López mostró ayer en su discurso en el Palacio Euskalduna de Bilbao un partido unido, cohesionado, "en condiciones de ganar las elecciones y de hacer realidad el sueño largamente acariciado de la alternancia". Una formación, incidió, que ha hecho sus deberes en la oposición. Sin el concurso del PSE en la Cámara vasca, ésta "habría sido una legislatura perdida", apuntó. La intervención del líder de los socialistas vascos fue una sucesión de golpes directos al lehendakari y al tripartito, encabezado por un presidente "desaparecido, apagado o fuera de cobertura". "Simplemente no está", subrayó, mientras dibujaba un gobierno falto de ideas, plagado de "fracturas internas y divergencias" que han dejado a Euskadi "sin dirección política". "Hoy no sabemos quién gobierna este país, funciona más por inercia", aseguró ante los miembros del Comité Nacional, el máximo órgano del PSE entre congresos. "Han dejado a Euskadi sin dirección política", censuró, mientras desgranaba los elementos que han centrado la política vasca los últimos meses como la moción de censura en Mondragón, el decretazo de la reforma educativa, el desfalco del Guggenheim, la siniestralidad laboral... y que no han tenido respuesta por parte de Ibarretxe. "¿Dónde está cuando el país necesita respuestas?", inquirió el ya candidato socialista.

"Ahí sigue la indignidad" de Mondragón, recordó, al tiempo que aclaraba que el PSE no existe "sólo para aguantar los embates de la violencia, sino para cambiar las cosas, para dar respuestas y soluciones. Y eso es lo que vamos a hacer", anunció.

Sin complejos con el lenguaje

Patxi López, quien se mostró especialmente suelto ayer en su intervención ante el Comité Nacional, no tuvo miedo de poner al servicio del proyecto del PSE las palabras y conceptos que habitualmente utilizan los nacionalistas o el propio lehendakari, Juan José Ibarretxe. El líder de los socialistas vascos se mostró a favor de "mejorar nuestra capacidad de decisión" y de profundizar en "nuestra singularidad e identidad", frente a los que propugnan un "derecho a decidir indefinido y unilateral".

A ese derecho a decidir contrapuso el "derecho a convivir". Y en vez de los "choques de locomotoras" y los "pulsos" que han anunciado los dirigentes peneuvistas Iñigo Urkullu o Andoni Ortuzar, López propuso acuerdo, convivencia y diálogo con todos. "Esta vez el frentismo y la estrategia del miedo no les va a funcionar. No les vamos a hacer el juego", advirtió al PNV.

Pero también fue claro y duro con el PP, una formación que, según dijo "ya no encuentra el modo de ocultar que no tienen proyecto para Euskadi". López dio ayer un "no" definitivo a los frentes y a las trincheras, y abogó, como alternativa, por un proyecto de país compartido, con ámbitos de decisión compartidos e incluyente para todos, salvo para ETA y los que la apoyan. "En nuestro país no sobra nadie más que los violentos", aclaró el secretario general del PSE, que se comprometió a "trabajar sin descanso" para traer la paz al País Vasco.

Pidió López a su partido que elabore "el mejor programa electoral que hayamos hecho nunca", un "auténtico proyecto nuevo de país para aplicar en un país nuevo", resaltó con la vista puesta en unas elecciones sin fecha. "Quiero expresaros mi convicción de que estamos ante una posibilidad histórica". Sin sectarismos, ni revanchas, prometió.

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