Las municipales se quedan fuera del proyecto de reforma del voto emigrante

Los partidos políticos con representación parlamentaria han decidido excluir las elecciones municipales de la reforma del voto emigrante que quieren proponer al Congreso de los Diputados. El borrador de la propuesta, pendiente tan solo de algunos detalles formales que serán definitivamente zanjados el viernes, quedó ayer fijado en una reunión de la ponencia encargada de poner en común las propuestas de PP, PSdeG y BNG.

La propuesta consagra el voto por correo sólo a petición del elector Los partidos quieren que sea de aplicación a las autonómicas

De salir adelante la reforma, que afecta a la ley electoral general, los gallegos (y el conjunto de los españoles) residentes en el extranjero podrían votar en las elecciones generales, europeas y autonómicas mediante un nuevo modelo de sufragio por correo o en alguna de las urnas que se pondrán a su disposición en los consulados.

El borrador prevé que cada demarcación consular con más de 500 electores se organice en secciones electorales (las que no alcancen esa cifra serán incluidas en las secciones más próximas). Cada sección incluirá un máximo de 4.000 electores y, si hay más de una por demarcación consular, un mínimo de 1.000. En cada sección se pondrá una mesa a disposición de los residentes ausentes que deseen emitir su voto en urna.

El motivo de la exclusión de las municipales tiene que ver con la dificultad que entraña el recuento en el exterior de las papeletas de más de 8.000 circunscripciones.

Los partidos gallegos se han puesto de acuerdo además a la hora de proponer fórmulas de organización de la campaña electoral en el exterior, específicamente en lo que se refiere a la cesión de locales de uso gratuito, a la colocación de propaganda electoral en los centros y espacios públicos dependientes de los consulados y a la difusión de espacios gratuitos a través de las emisiones de radio y televisión dirigidas a los residentes en el exterior. De acuerdo con la iniciativa, los miembros de las mesas electorales se elegirían de entre los residentes ausentes "a una distancia del local electoral que será determinada reglamentariamente".

Por lo que se refiere al voto por correo, el borrador de la reforma consagra la necesidad de solicitarlo por escrito, tal y como ya ocurre dentro de España. La propuesta, que prevé también la depuración del censo de residentes ausentes y el desarrollo reglamentario imprescindible para su aplicación en el plazo de tres meses a partir de aprobación, necesita del apoyo del PP y el PSOE en el Congreso para salir adelante.

Los portavoces de los tres grupos encargados de la redacción del proyecto de ley trabajan sobre la hipótesis de que la iniciativa será enviada al Congreso antes de julio. De ese modo esperan que el voto en urna pueda aplicarse por primera vez en las elecciones autonómicas de 2009, que previsiblemente el presidente de la Xunta adelantará a marzo para que no coincidan con las europeas de junio.