Morir en el tajo
Mientras escribo esta carta unas cuatro o cinco personas morirán en el mundo por un accidente laboral, que muy probablemente se podría haber evitado. Y ¿a qué estamos esperando? Señores empresarios, recuerden que sólo en Cataluña estos accidentes supusieron el año pasado un gasto de 3.133 millones de euros.
Claro que lo que aquí realmente importa y es más literalmente sangrante es el coste en vidas humanas y la cifra de heridos y discapacitados que genera no contar con las medidas de seguridad adecuadas. No me vale lo de "es que no se quieren poner el casco". Si realmente se pusieran sanciones graves a las empresas, éstas harían lo posible porque sus empleados se lo pusieran y tomarían medidas. Sólo un dato, el domingo pasado en la Plaza Mayor de Madrid, en una obra pública, los obreros estaban subidos al andamio sin ningún arnés u otra protección. Luego dirán que la culpa es de la subcontrata.
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