El Bayern se estampa en San Petersburgo
El Zenit golea al cuadro alemán y disputará la final de la Copa de la UEFA al Glasgow Rangers, que ganó al Fiorentina en los penaltis
"Quien sale vivo de Getafe, sale vivo también de San Petersburgo". El presidente del Consejo Directivo del Bayern, Karlheinz Rummenigge, se mostró así de rotundo tras empatar a un gol la ida de las semifinales de la Copa de la UEFA con el Zenit en Múnich. No podía estar más equivocado. Al revés que el cuadro de Michael Laudrup, que tras igualar en el Allianz Arena (1-1) desperdició una renta de dos goles y cedió un 3-3 en su campo, el conjunto ruso arrolló al todopoderoso equipo alemán (4-0).
El Zenit dominó de principio a fin y jugará su primera final europea ante el Glasgow Rangers, que se deshizo del Fiorentina en los penaltis (4-2) tras volver a empatar sin goles. Nacho Novo anotó el gol decisivo, justo al revés que Christian Vieri, que dejó helados a los 47.000 espectadores del Artemio Franchi.
El triunfo del grupo escocés, donde también destacó Cuéllar, quedó deslucido por la proeza del Zenit, revelación del torneo tras eliminar anteriormente al Bayer Leverkusen, Olympique de Marsella y Villarreal. Dirigido por Dick Advocaat, un libre directo de Pogrebnjak -máximo anotador del torneo con 11 dianas- abrió el camino a la final del 14 de mayo en Manchester. El resto de goles llegaron al contragolpe, donde Kahn, poco dado a salir del área, quedó en evidencia.
La despedida europea del portero alemán, de 38 años y que se retirará cuando finalice la temporada, no pudo ser más amarga. Tras un doble fallo de la barrera, el mejor meta del mundo entre 1999 y 2001 -en su palmarés también figuran ocho Bundesligas, seis Copas de Alemania, una Champions, una UEFA y una Intercontinental- estuvo lento en el primer gol ruso. Ya al filo del descanso, Zyrianov definió con un tiro cruzado. Fayzulin puso el tercero y Pogrebnyak selló la goleada tras ajustar al palo un servicio atrás desde la banda derecha. El goleador no disputará la final tras sacarle el codo a Lucio en un salto de cabeza intrascendente. "Han jugado el partido de su vida", declaró Ottmar Hitzfeld. "Cada vez que tenían una, la metían", apostilló el técnico del cuadro bávaro. Para consuelo de él y de Rummenigge, otro que se confió demasiado fue Uli Hoennes. "En casa, el Zenit no es tan fuerte y nosotros tenemos una tropa que es capaz de todo", afirmó antes del encuentro el mánager del Bayern.
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