Se desata la supermanía
El cine, la moda, la literatura y hasta los comisarios del Museo Metropolitan de Nueva York se apuntan al unísono a la fiebre por los superhéroes
A las reproducciones de Aquiles y Ulises del Metropolitan de Nueva York se unirán la semana que viene otros superhéroes, esta vez del cómic. Los trajes de Superman y Batman, sus señas de identidad inequívocas, son el punto de partida para una muestra en la que la alta costura inspirada en estos superseres (hay 60 vestidos y accesorios diseñados, entre otros, por Balenciaga, Alexander McQueen, Gareth Pugh, Jean Paul Gaultier o Armani, patrocinador de la muestra) se mezcla con los trajes auténticos utilizados para el rodaje de filmes recientes sobre el tema.
"La moda, como los superhéroes, te permite escapar hacia un mundo de imaginación ilimitada", afirma Armani sobre la muestra. "Y a los diseñadores siempre nos ha fascinado la idea de que la ropa transforma el cuerpo".
La reivindicación del diseñador italiano y el Metropolitan es la vistosa punta de una fiebre (cíclica, es cierto) que se ha desatado esta temporada en Estados Unidos. La cartelera (y las enormes vallas publicitarias de Times Square) se han llenado o se llenarán en breve con las supersiluetas de los taquillazos Iron Man o El Increíble Hulk.
Pero el rescate no viene sólo de la rentable y poco imaginativa mano del cine de masas. Intelectuales como el escritor Michael Chabon, premio Pulitzer en 2001 por su actualización del mito de los superhéroes en forma de novela en Las aventuras de Kavalier y Klay, se suma a la fiesta en la introducción del catálogo de la muestra del Metropolitan. En ella, reflexiona sobre el papel de los trajes en la ecuación heroica que resulta de la suma de la imaginación de un niño y una toalla. "Era una invitación a entrar en el mundo de la narración y de empezar a vestir lo que sabíamos que yacía escondido en nuestro interior gracias a la magia de una toalla de playa".
Y Chabon no es el único. La prestigiosa revista literaria escorada a la posmodernidad Virginia Quarterly Review dedica su número de primavera a los superhéroes. Con una portada dibujada por el intelectual del cómic Art Spiegelman en la que aparece un nerd en calzoncillos y, claro, con una toalla raída a los hombros.
Una imagen muy distinta a la que, seguro, lucirán el lunes en Nueva York George Clooney o Julia Roberts, elegidos para presidir la gala de inauguración de la muestra del Metropolitan. Quizás algún superhéroe de revista rosa se atreva en la gala a vestir una máscara o una capa. Sería una curiosa metáfora de cómo la realidad se mezcla en los tiempos que corren con la ficción.
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