La juez autoriza a Delphi a vender su maquinaria, pero con condiciones

Las máquinas de Delphi serán vendidas. Un auto de la juez de lo mercantil de Cádiz, Nuria Orellana, con fecha del 23 de abril, autoriza la venta de los activos de la fábrica que la compañía tenía en Puerto Real (Cádiz). La empresa había reclamado poder vender los equipos para evitar su deterioro. Incluso la matriz había mostrado su interés en adquirir las máquinas de una planta que acababa de clausurar. El juzgado permite la operación con condiciones. Será otra empresa especializada la que supervise la venta, como había sugerido la Junta de Andalucía.

El suelo y la planta sólo se podrán ceder al final del proceso concursal

La fábrica portorrealeña cerró sus puertas el pasado 31 de julio. Argumentó entonces que el negocio no era viable. Se abrió entonces un proceso concursal -antigua suspensión de pagos- por el que tres administradores se hicieron cargo de la factoría bajo la supervisión del juzgado. El pasado 9 de noviembre la empresa solicitó la autorización para poner a la venta sus equipos industriales, valorados en unos siete millones de euros. Contra esta medida presentaron alegaciones los sindicatos y algunos acreedores que no se fiaban de la transparencia de la venta. La Junta también recurrió porque, aunque daba el visto bueno a la operación, no estaba de acuerdo con la forma.

La juez ha tomado una decisión apremiada por la propia compañía, que recordó por escrito la urgencia de la venta por el continuo proceso de deterioro que estaban sufriendo las máquinas y la consecuente pérdida de valor en el mercado, a pesar de que un retén de empleados se dedica desde agosto a cuidar de los equipos. La dirección de Delphi en Puerto Real también recordaba que existen "avanzadas negociaciones" para arrendar a corto plazo una parte de los suelos donde se ubica la factoría, por lo que el mantenimiento de esas máquinas podía suponer un lastre.

Los administradores concursales también respaldaron la petición de la empresa pues estimaban que el envejecimiento de la maquinaria, el elevado coste de su mantenimiento, el visto bueno de la Junta o las numerosas ofertas recibidas aconsejaban una actuación rápida.

En su último auto, la juez autoriza la venta pero desconfía de que se haga directamente a empresas del mismo grupo Delphi, tal y como habían advertido los acreedores o la Junta. Por eso establece como condición que sea una entidad especializada, designada por los administradores concursales, la que se haga cargo de la venta de toda la maquinaria que queda en la fábrica.

Una vez quede la factoría vacía, habrá que esperar a que termine el proceso concursal antes de que la Junta pueda ceder los suelos y el edificio para facilitar la instalación de otra empresa del sector aeronáutico que permita recolocar a toda la plantilla.

Precisamente hoy se reúne en Sevilla la comisión de seguimiento de Delphi, formada por la Junta y los sindicatos, para analizar la nueva fase de formación de los 1.800 ex trabajadores que debe comenzar en el mes de mayo. Los antiguos empleados, que están asistiendo a cursos, no han acudido a clase esta semana para protestar por la falta de información sobre esta nueva fase, en la que ya debían haberse concretado qué empresas se van a instalar en la comarca y qué tipo de trabajos iban a necesitar. Los sindicatos acuden a la reunión de hoy con el objetivo de recabar de la Junta este listado completo.