"Es nuestra oportunidad de dar un puñetazo sobre la mesa"

Carles Puyol (La Pobla de Segur, Lleida; 1978) acaba de salir de una sesión de pilates tras entrenarse con el equipo. Entregado y expresivo en la cancha, el capitán del Barcelona aspira a que la energía azulgrana se concentre mañana contra el Manchester United y se alcance la final de la Copa de Europa. Escarmentado por el abandono en A Coruña, afirma: "Todos tenemos que sumar: se puede jugar bien o mal, pero al menos hay que darlo todo para quedarse con la conciencia tranquila. Este equipo puede hacer más historia de la que ha hecho. No se debería acabar aquí. Tenemos la oportunidad de volver a ganar la Champions. Así que todas las fuerzas tienen que estar en el campo".

Pregunta. ¿Qué valoración le merece el empate de la ida?

"Puede que el año pasado el exceso de confianza nos hiciera perder los títulos"

"Cuando Ronaldinho no está en el campo, se le echa en falta. Es importantísimo"

"Ha habido momentos en que nos han podido la ansiedad y las ganas de ganar"

"Quien acaba ganando la Liga es porque se lo merece. Siempre es el mejor"

Respuesta. Me apunto a la idea de que es el mejor de los peores resultados. El 0-0 no fue justo porque generamos más ocasiones, pero nos reconcilia con nosotros mismos saber que hicimos un buen partido.

P. ¿Hay quien sostiene incluso que lo peor ya pasó?

R. No podemos pasar de un extremo al otro. Ni antes de jugar estábamos eliminados ni ahora que nos hallamos a mitad de camino estamos clasificados. El partido de Old Trafford será más abierto. El United saldrá más al ataque, será más peligroso ofensivamente, pero a cambio nos concederá los espacios en la defensa que nos negó en la ida.

P. El problema es que ustedes no han ganado desde hace dos años un partido importante. ¿Qué les pasa?

R. Venimos de una temporada en que se nos escaparon todos los títulos y ahora contamos con una de las mejores plantillas de la historia. Todo el mundo tiene aún muchas esperanzas puestas en el equipo pese a que los jugadores hemos sido irregulares y fallamos en la Liga. Si las expectativas son mayores, aumenta la sensación de decepción. Aunque no hay que buscar excusas, hemos tenido muchas lesiones de jugadores que marcan la diferencia.

P. ¿Las lesiones no son consecuencia de una falta de trabajo?

R. Alrededor de este asunto se ha exagerado. Puede que el año pasado el exceso de confianza nos hiciera perder los títulos, pero, precisamente por cuanto ocurrió en la anterior, esta temporada es diferente. Las lesiones son una parte del fútbol y hay cosas que no se pueden controlar.

P. ¿Los fantásticos del Barcelona no son parientes de los galácticos del Madrid?

R. No me gustan las comparaciones. Digamos que hay jugadores que marcan diferencias y otros que ayudan a que las marquen. Todos nos necesitamos.

P. El secretario técnico ha dicho que les falta liderazgo.

R. Ha habido momentos en que nos han podido la ansiedad y las ganas de ganar. Muchas veces hemos jugado más con el corazón que con la cabeza. Quisimos hacer más cosas de las que debíamos y eso no es bueno. Jugar con ansiedad no funciona. Hay que mantener la calma. Por lo demás, hemos sido los mismos en la victoria y la derrota. Todos mandamos lo mismo.

P. Da la sensación, en cualquier caso, de que el equipo ha perdido ángel sin Ronaldinho.

R. Ronnie es supermediático e importantísimo. Cuando no está en el campo, se le echa en falta.

P. Aunque es cuestión de tiempo, se ha asumido que se impone una operación de limpieza en el verano y él está a la cabeza de los jugadores a traspasar.

P. Ahora hay que mantener la calma. Las cosas hay que hacerlas en frío. No es bueno tomar decisiones en caliente.

P. ¿Por qué el equipo se ha aflojado tanto en la cancha?

R. El equipo se ha alargado y, es cierto, antes nos iba muy bien presionar al rival, pero ahora nos juegan de manera más directa, nos aprietan, cambiaron la forma de jugar. Quizá deberíamos buscar soluciones. Lo que pasa es que en los últimos partidos habíamos conseguido lo más difícil, ponernos por delante en el marcador. Pero, no sé porqué, no supimos aguantar ni jugar a favor de corriente. Un misterio.

P. En la ida ante el United, el Barça recuperó signos de identidad, como la presión, pero faltó el gol. ¿Puede cuadrar un partido completo en Old Trafford?

P. Es una oportunidad para hacer historia. Mucha gente dice que podemos salvar la temporada si ganamos la Copa de Europa. Yo digo que, si la conquistáramos, sería tremendo. La hostia, si me permite. Entiendo que la gente pueda haber perdido confianza, pero en la Champions el equipo trabaja bien. Los jugadores estamos motivados y con ganas. Es nuestra oportunidad de dar un puñetazo sobre la mesa y hacer valer lo que somos.

P. A usted, un enamorado del Milan, ¿también le seduce tanto el fútbol inglés?

R. Me apetece ver los partidos de la Premier porque tienen ritmo, intensidad y juego directo. El Manchester y el Arsenal son los que hacen el mejor fútbol. El Chelsea y el Liverpool son más tácticos, muy peligrosos.

P. ¿Le motiva jugar en Old Trafford?

R. Sí. Jugué allí con la selección.

P. Luego les espera el Madrid.

R. Quien gana la Liga es porque se lo merece, porque es el mejor. Su primera vuelta fue espectacular y nosotros no aprovechamos su bajón en la segunda.

P. El Barça llegó a ser colíder en el Calderón cuando Ronaldinho marcó un gol de chilena y el Recreativo ganaba al Madrid...

R. Es uno de los partidos clave para explicar lo que nos ha pasado. El equipo andaba bien, recuperaba posiciones y nos pusimos con un gol de ventaja, pero, de repente, se presentó una jugada de Agüero, el balón me dio a mí y gol. A partir de ahí, las cosas cambiaron: antes éramos muy sólidos atrás y empezamos a recibir goles, a no marcarlos... Y no sé el porqué. Que nadie olvide que se vive mucho mejor ganando partidos que no ganándolos. Cuando logramos la Liga y la Champions, se trabajaba igual y éramos los mejores del mundo.

R. Resulta curioso constatar la facilidad histórica del Barça para montar y desmontar equipos.

R. Es un equipo especial. Muchos jugadores explotan aquí porque están en el escenario ideal: se juega bien al fútbol, la ciudad es muy buena, la gente respeta al jugador... Los jugadores están cómodos y se sienten felices. Eso se nota en el campo y te hace crecer. Lo que pasa después ya es más difícil de explicar.