"¡Raúl, selección!"

El Madrid es el líder y de tal ejerce. En dos jornadas se sabrá si acaba el torneo en ese puesto, lo que le daría acceso directo a la Euroliga sin esperar al desarrollo de la fase final. Pero, si depende de lo de ayer, la duda ofende. El Madrid recibió a su supuesto gran rival, el Barça, en el clásico, y le pasó por encima. Cuando corrió le dejó atrás. Cuando jugó al paso, le descolocó. Entre Tunceri y Raúl López manejaron el partido y el conjunto azulgrana se quedó mudo, a lo que le ayudó la ausencia de Lakovic.

Doce triples, la mitad de los que lanzó, logró el Madrid, iluminado desde la distancia. Fue Mumbrú el primero en abrir fuego, pero el Barça aguantó entero hasta el minuto 17 (40-39). Ahí se acabó el partido. El juego del Madrid ya estaba en manos de Raúl, que estuvo de NBA, y el equipo encadenó un parcial de 13-3 que dejó el conficto visto para sentencia. A partir de ahí se dedicó a engordar sus estadísticas mientras la gente gritaba, aquí también, como en el fútbol, "¡Raúl selección".

Por su parte, Estudiantes logró sobrevivir a su primer match ball. El conjunto colegial visitaba al Granada y en caso de derrota hubiera certificado el primer descenso de su historia. Logró evitarlo. Lo hizo con brillantez, venciendo de manera holgada (69-83). De este modo, Estudiantes, que sigue siendo penúltimo, se coloca a una victoria del Granada y del Grupo Capital. Le queda enfrentarse con el ViveMenorca, casi salvado, y el León, ya descendido.