El fuego obliga a realojar a los vecinos del piso incendiado
Los bomberos y la Policía Local se acusan de negligencia
El fuego quemó ayer por segundo vez un piso de Rubí en el que vivía una mujer con síndrome de Diógenes. La primera vez fue el viernes. Acudieron los bomberos y, al menos en apariencia, acabaron con las llamas. "Lo dimos por extinguido y lo estaba", afirmó ayer un portavoz del cuerpo de bomberos. Pero ayer se produjo otro muy aparatoso, sobre todo porque en el interior del inmueble había de todo: hasta 15 toneladas de residuos acumulados por la propietaria del piso durante años. Los vecinos del inmueble, algunos de los cuales no podrán dormir en sus casas de momento y han tenido que ser realojados, se quejan de que nadie eliminara la basura tras el primer incendio. Y añaden que ya habían denunciado la situación en el año 2003 sin consecuencia alguna.
A partir de ahí, las versiones se cruzan. Los bomberos sostienen que la responsable de la limpieza es la Policía Local y que ellos hicieron su trabajo. La Guardia Urbana de Rubí dice que nadie de los bomberos les sugirió que debían limpiar más. Más aún, éstos dicen que retiraron hasta una tonelada de basura, "un camión completo", según su portavoz. La Policía Local sostiene, por el contrario, que fueron ellos quienes llamaron a una brigada de limpieza para que se llevara la porquería acumulada. Sea como sea, allí quedó mucha más y ayer volvió a prender un fuego que la policía sospecha que fue intencionado. Esta vez sí se limpió la vivienda, una vez extinguido el segundo incendio.
Los vecinos se reunieron ayer con representantes municipales para exigir que se tomen las medidas necesarias, notablemente indignados porque no se hubieran tomado antes.
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