Pobrecitos promotores y constructores
La avaricia de los promotores y constructores por ganar dinero no tiene límite. Se quejan de que las ventas de las viviendas han caído en un 60% y de que tienen medio millón de ellas sin vender, y le exigen al Gobierno que haga importantes reformas fiscales para que el contribuyente pueda disponer de más dinero en el bolsillo con el que comprar sus pisos.
Parece que no les basta con los miles de millones de euros que han ganado durante estos años de especulación inmobiliaria y que ha hecho que muchos de nosotros nos hipotequemos hasta las cejas; ellos quieren más y más. Pues si quieren seguir vendiendo pisos, que bajen en un 30% o 40% sus precios y verán cómo lo consiguen.
En cuanto a los 300.000 empleados que dicen que -de no aprobarse estas medidas- pueden ir al paro, todo el mundo sabe que a la larga se van a ir de todas formas, el ladrillo ya no da para más. O sea, que no hagan demagogia y que no se escuden en ellos para seguir enriqueciéndose.
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