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Reportaje:Ida de las semifinales de la Liga de Campeones

"Sin pelota, ni rápidos ni verticales"

Alex Ferguson considera que su equipo careció de pegada porque apenas tuvo la posesión del balón y anuncia una vuelta diferente

Jordi Quixano

Sir Alex Ferguson dio un giro de tuerca a su sistema al premiar a Tévez, que resolvió ante el Roma en la vuelta de los cuartos, revolucionó el envite ante el Arsenal y rescató al equipo ante el Blackburn en el último resuello. Su inclusión removió el dibujo; pasó del 4-3-3 en Europa y del 4-4-2 en la Premier, al 4-3-2-1, que apenas ha practicado este curso. Poco engrasada la táctica, lo acusaron los jugadores, que no inquietaron a Valdés. "Estoy decepcionado con la transición entre la defensa y el ataque porque normalmente solemos tener la pelota", concedió Ferguson, traducido por el periodista Sid Lowe porque no acudió el traductor oficial.

Alérgico a la pelota, el Manchester rehusó la posesión -en la primera media hora del duelo, el Barça obtuvo un expresivo 85%. "Echaremos un vistazo a los vídeos y analizaremos el por qué", sostuvo Ferguson; "pero no hemos sido rápidos en la transición de la pelota, la hemos perdido mucho, y ni tan siquiera hemos sido verticales".

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Así lo entendió Rooney: "Nos ha costado enlazar con Ronaldo". Y Piqué: "Lo han hecho de maravilla en la presión y en las ayudas". A pesar de ello, Ferguson se fue contento: "Nos vamos satisfechos por no encajar ningún gol y porque hemos hecho un partido muy profesional". Para su mano derecha, Carlos Queiroz, todo salió como esperaban.

En defensa el United estuvo más acertado. Las coberturas de Carrick en la medular y la solidez que dio la improvisada pareja de centrales -Brown y Ferdinand- desdibujó la reiterada ofensiva del Barça, empecinado en entrar por el centro. "Hemos corrido mucho, pero con sentido, tapando los huecos y evitando los pases interiores", respondió Carrick. Así lo vio Piqué, algo irritado por su suplencia: "La clave ha sido que hemos mantenido las líneas juntas".

La ofensiva del Manchester, en cualquier caso, no fue nula. Entre otras cosas, porque Ronaldo marró un penalti y Carrick disparó desviado en otra ocasión. "Una pena porque la jugada había sido muy bonita, ¿no?", bromeó el medio centro. Y Ferguson, con tono irónico, concluyó: "Creo que la afición del Barça se ha ido contenta porque no hubo pañolada. La vuelta, con nuestros aficionados y en Old Trafford, será bastante diferente".

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