"Soy el responsable"

Se empecinó el Atlético en continuar el mal fario del Día de la Peñas, en el que lleva varios años sin oler la victoria. Los aficionados despidieron a los rojiblancos con una pañolada y una sonora pitada, tan ruidosa como acusadora. "Fuera, fuera". "Aguirre, vete ya". Con semblante sereno, el técnico mexicano encajó las críticas. "Soy el responsable máximo de lo que acontece. Yo decido quién juega y cómo se juega. No es Enrique Cerezo [presidente del Atlético] ni los jugadores. Yo soy el responsable. Por eso es normal que la afición se dirija a mí".

El mexicano dijo no sentirse cuestionado por nadie del club. Sin embargo, el Calderón se mostró inmisericorde, harto de ver a un equipo que se tambalea y al que le concede poco crédito. Aguirre defendió a sus jugadores. "Creo en mi equipo, pero respeto que la gente no lo haga". Con un ambiente tan gélido como el ánimo de las gradas, la lluvia que cayó en el Calderón hizo tiritar las ideas de los rojiblancos. "La primera parte fue mala", prosiguió el mexicano, "pero aún así aguantamos. Y cuando nos la prometíamos felices, el segundo gol nos sacudió muchísimo. Nos entraron los nervios". "Estamos dilapidando la ventaja que teníamos", constató.

Leo Franco liberó su entrenador de toda responsabilidad por la derrota. Para él, los aficionados se equivocaron al criticarle: "Nos ha metido en Champions", argumentó. En liza estaba afianzarse una semana más en puesto de Liga de Campeones. El Racing puede arrebatarle hoy el cuarto puesto si vence al Real Madrid.

"Cuando las cosas no salen se complica todo mucho", dijo Forlán; "pero todavía hay partidos por disputar". Quedan cinco jornadas de Liga, en las que para Aguirre "no hay margen de error". "Tengo que dejar al club en Champions", concluyó.

Lejos de la zona alta de la tabla, el objetivo del Betis era otro. "Con uno o dos puntos más nos quedamos en Primera", calculó su entrenador, Francisco Chaparro. "El Betis está en una situación extrema y difícil", reconoció el técnico, "pero con unos puntos más estamos fuera del peligro".

El conjunto sevillano ansiaba la victoria de ayer como el agua de mayo. "Después de ganar hoy, debería de estar feliz. Pero parece que no lo está", le espetaron a Chaparro. "Soy prudente. No voy a sacar pecho ahora. Hasta que no me salve no disfrutaré".