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Fusión, tango y rock chuleta

Mala noche para los melómanos indecisos. Con la oferta musical de este viernes se echaba de menos el divino don de la ubicuidad. Loquillo se reencontró con la capital de la mano de un disco de título muy madrileño, Balmoral, en honor a la hoy desaparecida coctelería que tanto apreciaban los dandis como él.

Otro rockero de largo recorrido, Ian Brown, repasaba su discografía propia y con los Stone Roses en el Joy Eslava, al tiempo que The Kills debutaban en la metrópoli, en la sala Heineken, liderados por James Hince, el atormentado nuevo novio de Kate Moss.

No se nos fatiguen, que aún hay más: Chambao reventaba el Palacio de Deportes con su fusión aflamencada y un cuarto álbum, Con otro aire, recién salido del horno, y los tangueros posmodernos de La Chicana presentaban no un disco, sino dos, en la Galileo Galilei. - El rockero elegante. Dos metros de traje negro irrumpen en el escenario. Un paso, dos, tres. Se para. La gente grita a coro: "Loco, Loco, Loco". Cruza los brazos sobre su pecho y mira desafiante a las 2.000 personas que llenan La Riviera. Macarena, una treintañera, le dice a su amiga: "Me encantan sus movimientos chulescos".

Loquillo está en la ciudad, señores. Llevaba dos años sin actuar por aquí. Y llega con su mejor disco en muchos años, Balmoral, y un saco lleno de clásicos del pop español. Es consciente de que domina los asuntos del rock and roll a la perfección. Es curioso verle funcionar. Un tipo grande que se mueve con la ligereza de una pluma. En las dos horas que duró el concierto exhibió un amplio repertorio de bailes, siempre breves, pero estilizados: ahora claqué, en esta canción algo de disco, otra vez un poco de rockabilly, algún movimiento tanguero.

Loquillo presentó su nuevo disco que se llama Balmoral, el nombre de una coctelería madrileña (por la zona de Serrano) ya desaparecida. Era este tipo de local elegante, de camareros uniformados, sin música ni voces nerviosas. Loquillo, y su perenne tupé, acudía a Balmoral a charlar con sus amigos (Luis Alberto de Cuenca, Jaime Urrutia, Sabino Méndez), a saborear los siempre acertados cócteles de Manolo. Un local de camaradas.

Algunos momentos destacados: cuando interpretó Edad de oro, Fumando y Con una copa de cava. O cuando atacó Sol, una obra maestra que la ha compuesto Sabino Méndez para su nuevo disco. Para la recta final del concierto, ya sin chaqueta y con las mangas de la camisa remangada, dejó Ritmo del garaje, Rock and roll Star y Cadillac solitario. Loquillo no necesitó ni cantarlas: el público lo hizo por él.

- Lamari, reina. Había hambre por escuchar a Lamari, más hiperactiva que nunca, en el estreno de su cuarto disco al frente de Chambao, Con otro aire. Pletórica y feliz vencedora en su batalla contra el cáncer, la impulsora del flamenco-chill concedió dos horas de un repertorio en el que la electrónica se amiga con instrumentos de cuerda pulsada como la mandola, el buzuki o el laúd. Quizás no siempre agrade a la crítica más puritana, pero María del Mar Rodríguez concitó en el Palacio de Deportes a más de 7.500 seguidores e invitó a Pau Donés (Jarabe de Palo) a cantar Pokito a poko.

- Tangueros sin prejuicios. Mientras tanto, los argentinos de La Chicana prolongaban el idilio que mantienen desde hace años con esta ciudad. Dolores Solá y Acho Estol vivían a un par de manzanas en Buenos Aires, pero no se conocieron hasta los años 90, en Madrid: ella, camarera en un hotel céntrico, y él, artista nómada y bohemio. Juntos han trascendido los límites del tango y lo han hecho más desprejuiciado, arrabalero y vanguardista que nunca. La parroquia andaba fascinada con el universo poético de Estol: tierno, guasón, canalla, medio lisérgico. Dolores hace carne semejante repertorio con su voz pasmosa e imponente presencia escénica.

Lúcidos y verborreicos como buenos porteños, mezclaron el tango con el folclor suramericano sin disimular su escaso interés por el academicismo de los puretas. Transgresores, han encontrado su álter ego matritense en Lichis, de La Cabra Mecánica. Con él se marcaron una Lista de la compra memorable. ¡Que alguien lo grabara y lo distribuya en el iTunes o donde sea!

Lamari, cantante y alma de Chambao, durante su actuación de anoche en el Palacio de Deportes de Madrid.
Lamari, cantante y alma de Chambao, durante su actuación de anoche en el Palacio de Deportes de Madrid.SANTI BURGOS

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