Arrecian las malas noticias
El sector financiero continúa acaparando la atención de los inversores tras las crecientes advertencias sobre un posible incremento de sus problemas a medio plazo.
La mayoría de los valores bancarios de la Bolsa española sufrió ayer las consecuencias del mal ambiente creado y sus cotizaciones cayeron con fuerza, lo que situó a este mercado con el comportamiento más negativo en Europa.
El Ibex 35 bajó el 1,17% y cerró por debajo de los 13.600 puntos y de nuevo con un descenso anual superior al 10%, lo que vuelve a dejar la puerta abierta a todo tipo de interpretaciones.
Los analistas siguen considerando diferentes escenarios frente a la crisis actual, lo cual ofrece una amplia diversidad de opciones que confunde a los inversores y, en muchos casos, es como una invitación a deshacer posiciones.
La revisión a la baja de las previsiones del FMI sobre el crecimiento para este año sitúa a España en uno de los peores lugares, aunque todavía con un crecimiento económico superior al del conjunto de la eurozona.
Inversores y analistas tenían ayer numerosas razones para tomarse en serio las estimaciones del FMI, ya que el precio del petróleo volvió a dispararse en Nueva York y Londres. El barril de crudo rozaba los 112 dólares en el mercado estadounidense y en Europa se acercaba a 109 dólares, garantizando con ello nuevos repuntes de la inflación y más tensiones en la economía.
En la Bolsa de Nueva York se imponía el desánimo tras el mal dato de inventarios y ventas mayoristas de febrero, lo que terminó perjudicando a los mercados europeos.
El descenso de las cotizaciones favoreció la actividad en el Mercado Continuo, cuyo volumen de contratación subió ligeramente. En total se negociaron 5.104,99 millones de euros, con BBVA destacando en la actividad del "mercado de bloques", mientras que en el "mercado abierto" se movieron 3.250,25 millones de euros.
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