"En Inglaterra no sería penalti"

Fluido ya en el inglés que maneja, dominando el escenario de la sala de prensa, Rafa Benítez, el técnico del Liverpool, arrancó las carcajadas de los periodistas, la mayoría británicos, cuando le preguntaron sobre el agarrón de su delantero Kuyt a Hleb, centrocampista del Arsenal, dentro del área de su equipo en el último tramo del partido. "He visto la jugada varias veces y no es muy clara. En Inglaterra no sería penalti", ironizó Benítez, que enseguida matizó: "Es que en Inglaterra se permite más contacto que en el resto de Europa".

Muy satisfecho con el resultado, no tanto con el juego del Liverpool, el preparador español sabe que, con la fuerza que les da Anfield, el pase a las semifinales de la Liga de Campeones está a tiro.

Preguntado en castellano por qué el Liverpool perdió el control del encuentro en la segunda parte, Benítez, cortés con los reporteros locales, tradujo él mismo al inglés la cuestión y respondió en esa misma lengua: "Porque el Arsenal es muy buen equipo y nosotros optamos por el contragolpe".

Respecto a la discreta actuación de Fernando Torres, Benítez apuntó: "Peleó con los centrales y tuvo la ayuda de Gerrard y de Kuyt, que, para mí, fue el hombre del partido".

La alegría contenida de Benítez contrastaba con la tristeza que surcaba el rostro rugoso de Arsène Wenger, su homólogo del Arsenal. "Sí, ha sido decepcionante. No se nos ha pagado por lo que hemos producido esta noche. Acabar un duelo como éste con un 1-1 es frustrante. Pero jugamos como queríamos. Tuvimos ocasiones suficientes para ganar. El Liverpool creó muy poco juego. La segunda mitad se jugó realmente en una sola dirección".

Pese a las tablas, la actuación del Arsenal dejó contento al preparador francés con los suyos: "No puedo culpar a los jugadores. No entiendo por qué no entró ese balón que golpeó en Bendtner en la línea. Antes hubo un clarísimo penalti frente a los ojos del árbitro. Estaba a pocos metros de Kuyt y no concedió el máximo castigo, que podría haber sido decisivo. No he hablado con él. Es difícil de entender su inhibición. Sinceramente, muy difícil de entender".

Wenger se lamentó, en forma de reproche, de la escasa vocación ofensiva del Liverpool. "Ellos se defendieron muy atrás y fue muy difícil encontrar espacios", dijo, aunque reconoció la peligrosidad de los de Anfield al contragolpe: "Fuimos sorprendidos en una réplica. Mérito de Gerrard. Mostró su clase en el gol que fabricó, casi a renglón seguido del nuestro. Ese tanto nos descentró y nos puso un poco nerviosos. Gerrard es el jugador ideal para cuando recuperas el balón y montas la contra. En todo caso, la posesión del cuero fue tremenda a nuestro favor para tratarse nada más y nada menos que de un partido de la Champions. Ciertamente, no recibimos la recompensa que nos merecíamos".