El Gil-Albert amplía su sede para "abrirse a la sociedad"
La Casa Bardín, un palacete construido en 1900 en la calle de San Fernando, en el centro de la ciudad de Alicante, albergará la nueva sede del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert que cuadruplica la superficie disponible para reuniones, bibliotecas y actividades como exposiciones, además de contar con una fonoteca para audiciones de música. La rehabilitación del edificio, con una superficie construida de 1.500 metros, ha costado 3 millones de euros a la Diputación de Alicante.
De los 220 metros actuales que dispone el Gil-Albert en los bajos de la Diputación pasarán a 1.500. "Así abriremos el instituto a la sociedad y a la cultura alicantina", dijo ayer su director, Joaquín Santo Matas, tras visitar junto con el presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll las instalaciones.
La reforma del edificio, dirigida por el arquitecto Rafael Pérez, dota a Alicante de una fonoteca en la que se podrán escuchar los 55.000 registros sonoros y organizar audiciones colectivas de conciertos. Además de poner en marcha un centro para la recuperación de la música tradicional de Alicante. Los fondos de la biblioteca están compuestos por 24.000 libros, de los 7.000 son exclusivamente de arte. A partir de ahora, la consulta y el préstamo de este material será más fácil, según dijo el director.
El presidente de la Diputación calificó la intervención realizada en este edificio de "modélica y ejemplar". Una exposición repasa con planos y material gráfico la historia de la Casa Bardín, que mandó construir este cónsul honorario de Francia en España que impulsó y dio nombre al primer estadio de fútbol que se hizo en Alicante.
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