La policía requisó 83 millones del narcotráfico

El narcotráfico es un trabajo inestable, sin duda peligroso, pero rentable a todas luces. Tiene el problema de que, si te pillan, te quedas sin nada. La Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) confiscó el año pasado bienes y dinero en metálico por valor de 83 millones de euros procedentes del narcotráfico. Bien es cierto que la mitad de todo eso (40,5 millones) fueron requisados en una sola operación, la llamada Destello, en la que se localizaron 33 inmuebles, dinero en cuentas y, de paso, dos toneladas de cocaína.

Los narcos se han especializado en invertir su dinero negro en negocios inmobiliarios para blanquearlo. Hasta que ha llegado el frenazo del ladrillo, los euros de la droga invertidos en construir proporcionaban pingües beneficios por la escalada de los precios y, además, daban cierto prestigio social al narco, que, además, suele construir a precios muy competitivos.

De hecho, la policía advierte de que sus cálculos sobre el valor de los 102 inmuebles incautados está basado en "lo declarado en las escrituras públicas, por lo que la cifra sería mucho mayor si se tiene en cuenta el precio de mercado de los bienes".

Sociedades mercantiles

La otra vía para escamotear el dinero negro son las transferencias opacas al extranjero, por mecanismos varios. El dinero de la cocaína suele acabar en Colombia, pero también en Miami y otros países del Caribe. El de la heroína, en cambio, suele enviarse a los Emiratos Árabes. Dubai suele acumular la mayoría de los depósitos. Para estos tejemanejes, suelen comprarse sociedades mercantiles preconstituidas en paraísos fiscales, pero con ramificaciones en España.

Los 83 millones (exactamente 82.979.850 euros) fueron requisados en 17 grandes operaciones contra los clanes que dominan el negocio de la cocaína y la heroína. El balance ofrecido ayer por la Udyco no incluye asuntos relacionados con el hachís, ni operaciones de menor cuantía, ni los vehículos de lujo que habitualmente suelen requisarse a los narcotraficantes (su gusto por la ostentación suele delatarles), que en muchas ocasiones, una vez requisados, son utilizados precisamente en operaciones antidroga. Los golpes contra los traficantes de cocaína retiraron del mercado, además, 13 toneladas de esta droga, mientras que los asestados a los clanes de la heroína permitieron incautar y destruir casi 400 kilos de caballo.