Sullivan destrona a Bernard

Durante casi ocho años, el récord mundial de los 50 metros libre de Alexander Popov permaneció intacto. La marca de 21,64 segundos resultó inaccesible como la cámara secreta de una pirámide. Hasta el 17 de febrero. Entonces empezaron las sacudidas. Primero fue el australiano Eamon Sullivan, que rebajó el tiempo de Popov en ocho centésimas: 21,56 segundos. Luego irrumpió Alain Bernard, que el domingo pasado, durante los Europeos de Natación, hizo 21,50 segundos. El récord del francés duró cuatro días. Ayer, Sullivan se lo arrebató nadando el largo en 21,41 segundos durante la semifinal de las pruebas de clasificación olímpica del equipo de Australia.

Hace un año, Sullivan y Bernard sufrieron para entrar en las finales del Mundial de Melbourne en las pruebas de 100 y 50 libre. Ahora baten récords con facilidad. El velocista estadounidense Gary Hall, ex campeón olímpico, insinuó que Sullivan se dopa: "Nunca he visto un recorte de tiempo así en la natación. En el atletismo, cuando ocurrió, luego se supo que los atletas hacían trampas. El público tiene derecho a sospechar cada vez que se produce un recorte de este calibre".

La marca del francés, nueve centésimas más lenta, duró cuatro días

Bernard, que tiene 25 años, es un todo un veterano para los estándares de la natación. El año pasado no logró bajar de 22 segundos y se quedó fuera de la final del Mundial. Pero en el último invierno ha ganado siete kilos de músculo. Un arsenal poderoso que le permite bajar de 22 con soltura. El velocista italiano Filippo Mangini lo juzgó con ironía: "Ha tomado buenas vitaminas".

Sullivan tiene 22 años y es menos musculoso. Ahora ha explotado. El año pasado, en la final mundialista, quedó quinto con 22,05 segundos. Ayer mejoró en nueve centésimas la plusmarca de Bernard. Su amenaza al cetro del europeo es real: el miércoles rozó el récord de los 100 libres (47,52 segundos), dos centésimas por encima del tiempo que también ostenta el francés.