Títeres para todos los públicos
Titiritrán obtiene un premio en la Feria Europea de Teatro para Niños y Niñas
La Feria Europea de Teatro para Niños y Niñas ha vuelto a reconocer el trabajo de la compañía granadina Titiritrán al haber concedido a Maruja Gutiérrez y a Pedro López el Premio a la Mejor Dirección por el espectáculo de títeres Nena. No es la primera vez que la compañía resulta premiada en el certamen, que reconoció su trabajo Barbacana en 2003 con el Premio al Mejor Espectáculo Infantil del año.
"Es toda una satisfacción. Llevamos desde 1996 trabajando de un modo profesional en el teatro para niños y seguimos teniendo las mismas energías", explica Maruja Gutiérrez, nacida en San Sebastián en 1964, aunque desde los ocho años vive en Granada. "Mis padres fueron andaluces que tuvieron que emigrar para ganarse la vida. He estado pegada a la realidad y desde pequeña he sentido una especial atención por lo plástico y por el teatro", confiesa. Y es que de su propia niñez nace el espectáculo Nena, en el que comparte escenario con un títere. "Se trata del reencuentro de una mujer adulta con sus recuerdos de la infancia. Todo comienza con el beso de buenas noches de su madre", advierte la directora de la compañía.
"Algunas veces veo una lagrimita entre los más mayores", afirma la directora
Sobre el escenario, una pequeña luz que ilumina la escena en medio de la inmensa oscuridad, como si alrededor sólo existiera el miedo o el vacío. Sobre una cama de dos colchones, su madre, para abrigarla, le coloca una bata de guata, el abrigo de su padre y la falda de su tía Carmela.
"En los bolsillos de estas prendas a veces se encontraban tesoros olvidados", recuerda volviendo a convertirse en su personaje, sin pretender que quede claro dónde empieza y acaba la ficción. "Todo parte de una realidad. Se trata de una infancia determinada, no de cualquier infancia. En todo caso sería una infancia de mi generación, dentro de una familia humilde", explica y rememora para justificar que algunos de los objetos que utiliza en el montaje sean reales, entre ellos una de las maletas que su padre empleó en su viaje a Alemania, país al que emigró con la esperanza de lograr un trabajo y de poder dar a su familia una vida mejor.
"Estuvimos mucho tiempo preparando este espectáculo", advierte Gutiérrez sobre un trabajo en el que han intervenido también otros artistas como el músico Javier López, que compuso la música original, o Esteban Algora, que acompaña con su acordeón por toda la geografía española la puesta en escena de Nena.
"No es un montaje demasiado complejo. Es precisamente de su sencillez de lo que se pueden sacar más conclusiones y lo que sirve como vehículo para la comunicación", explica la directora, que no cree que el teatro con títeres esté sólo dirigido a los niños. "Algunas veces veo una lagrimita entre los más mayores. Me gusta hacer este tipo de historias que pueden conectar tanto con el niño como con el adulto. Ésa es la verdadera dificultad del teatro infantil, que los niños no van solos al teatro", reconoce.
Estrenada en el mes de junio de 2007 en Granada en el Teatro José Tamayo, dentro del IX Festival Internacional de Teatro con Títeres Objetos y Visual de Granada, Nena está dirigida a niños de seis a nueve años. Tras una gira española que en la actualidad se centra en la Comunidad de Madrid, desde la próxima semana se representará en 22 localidades andaluzas dentro de la programación Abecedaria 2008.
Cuando se cumplen seis meses del espectáculo en escena, Maruja Gutiérrez no se atreve a hacer una valoración, ya que "sigue siendo demasiado personal". Ese nivel de intimismo lo ha dotado de una amplia y reconocida capacidad de provocar emociones, que ha cautivado al público de diferentes teatros y festivales como ya sucedió con su anterior espectáculo, Barbacana, basado en el cuento de Dennos Haseley El pirata que quiso capturar a la luna. Tras ser montado en lugares como Turquía o Túnez por Titiritrán, el espectáculo logró el premio a la mejor propuesta plástica en la Feria de Títeres de Lleida y, además, consiguió una tercera posición nada desdeñable para un montaje con títeres en el Festival Mediterráneo de Teatro para Niños de Túnez.
"Hemos tenido suerte con los galardones. En este sentido nos sentimos afortunados no por lo que significan en sí mismos, sino porque nos han permitido dedicarnos a lo que nos gusta, que es el teatro infantil, un género que tiene que recobrar el valor que se merece", concluye la directora de la compañía granadina.
