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Entrevista:Estrategias-Expedia | MIKAEL ANDERSSON

"Podemos llegar a España tarde y lograr ser líderes"

Es la mayor agencia de viajes online del mundo. Nació en el seno de Microsoft en 1996. Tres años más tarde, dio el salto al Nasdaq, mientras iniciaba su expansión fuera de Estados Unidos. Hoy, como grupo independiente, Expedia está presente en los cuatro continentes y un 21% de sus ventas (13.145 millones de euros en 2007) procede de Europa. Pero Expedia sólo se lanzó en España el año pasado. Su director general para España, el sueco Mikael Andersson, afincado en Sant Pere de Ribes (Barcelona), explica su estrategia.

Pregunta. ¿Qué hueco han logrado hacerse en el mercado español en este año?

Respuesta. Nuestra idea era botar el barco para ver si flotaba. Y flota. Así que será este año cuando habrá que dar gas al proyecto. Por ejemplo, vamos a invertir en publicidad en televisión. En Europa hemos logrado que los anuncios reflejen nuestros rasgos diferenciales.

"Las agencias tradicionales sí tienen un hueco en el futuro del sector en lo que son los viajes complicados"

P. España ha vivido crecimientos espectaculares de los viajes online. Edreams, Rumbo..., hay empresas muy consolidadas. ¿No llegan tarde?

R. Podríamos haber entrado hace un par de años. Pero la prioridad que teníamos en Europa era tomar una posición de liderazgo en los mayores mercados: Reino Unido, Alemania, Italia... Nuestra táctica ha sido la adecuada: ir a unos pocos mercados, los mayores, invertir en ellos y, una vez obtenido el éxito, iniciar una segunda fase de lanzamientos en otros países. Otros, como eBookers o Lastminute, fueron a por muchos mercados muy pronto, vía adquisiciones, y no son líderes en muchos sitios.

P. ¿Erraron al no detectar la explosión que iba a registrar el mercado español?

R. Cuando desembarcamos en Europa, España se veía como el séptimo o el octavo mercado, pero hoy se ve como el cuarto. Pero, cuidado. En Alemania llegamos tarde, en 1999, y luego se alcanzó el liderazgo. Hemos demostrado que se puede llegar más tarde al mercado y llegar a ser líderes con un producto fuerte, inversión en mercadotecnia y capacidad financiera.

P. Su año de lanzamiento coincide con la desaceleración económica. ¿Cómo puede influir ésta en los viajes?

R. A la gente le gusta viajar, pero no es algo que necesite. Puede pasar sin ello. Pero no estamos preocupados. Déjeme ser algo cínico: hoy el mercado se ha hecho tan grande, hay tantos actores, tantas empresas con presupuestos de publicidad tan altos, con tanto interés en este mercado..., que esto va a seguir. Cuando el mercado baja, afecta más a las empresas líderes, y aún no estamos ahí.

P. ¿Cuál es su objetivo en España y con qué calendario?

R. Aún no estamos entre los tres primeros, nuestro objetivo. Los líderes son Edreams y Rumbo, y hay confusión sobre quién es el tercero. Y este objetivo nos llevará unos tres años, creemos.

P. ¿Y en qué se diferencian de sus rivales?

R. Con la base que tenemos, de Microsoft, nuestra tecnología es de mejor calidad.

La inversión en ella supera los 160 millones de dólares y el potencial de esta inversión es mayor, porque nuestra plataforma tecnológica es común para todos los países.

El sistema debe ser digerible, sencillo: que no busques un hotel en Londres y te salgan 500, sino que puedas acotar por zonas o variables como que sean románticos o funcionales. Nuestro punto fuerte es el de los viajes a medida: el cliente elige el vuelo que quiere, añade el hotel que quiere, el coche de alquiler y las actividades que quiere y que, al final, le sale siempre un ahorro. Nuestro modelo de negocio tiene más futuro. La competencia local está muy enfocada a vender vuelos baratos.

P. Pero cuando se habla de la guerra entre las agencias online y las tradicionales, predominar la idea de que estas últimas ven aún su sentido en los paquetes vacacionales.

R. La agencia tradicional tiene, sí, un futuro, en lo que son viajes complicados. Si quieres ir a Egipto, combinando El Cairo, un barco en el Nilo, ver las pirámides e ir a la playa tres días. Es más fácil comprar un paquete listo. Pero entre este viaje complicado a Egipto y un mero vuelo Madrid-Barcelona hay muchas cosas. Cuatro días en Mallorca, una semana en Praga.

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