El dolor de África

Siguen la premisa de que más vale morir en el intento que esperar a que la miseria termine matándoles. Miles de africanos buscan cada año escapar de una vida sin esperanza y se lanzan al mar para tratar de alcanzar una orilla que cada día se hace más lejana. El disparo de un objetivo en una fracción de segundo es suficiente para mostrar al resto del mundo la angustia, la desesperanza, la hambruna de unos hombres y mujeres que en su viaje terminan engullidos por las aguas. Los que consiguen superar las tormentas y alcanzar la orilla no suelen encontrar la tierra prometida y su sueño termina con frecuencia en pesadilla.

Contemplando las imágenes de la exposición No mires atrás, de 15 fotoperiodistas que han decidido ser testigos del éxodo africano hacia Europa, es difícil quedarse impasible ante unos ojos que atraviesan los tuyos y claman respuestas. Los autores de las imágenes son un grupo de fotógrafos comprometidos que han decidido que el dolor de los africanos no les sea ajeno y que se ven obligados a plasmarlo en su trabajo. "Somos profesionales de la información y no podemos quedarnos impasibles ante un dolor que nos toca tan de cerca", apunta Juan Medina, comisario de la muestra que se exhibe en la Sala de Arte Juan Cas en La Laguna hasta el 30 de abril.

"El incremento de pateras que llegan a las costas españolas a lo largo de estos años ha ido parejo al incremento de crueldad. En estos últimos ocho años el Estrecho ha ido engulléndose a decenas de desaparecidos. Personas de las que desconocemos su identidad y que nunca alcanzaron su sueño dorado", puntualiza el responsable de la exposición. Otra visión diferente sobre la inmigración es la que ofrece Luz Ángela Lizarazu en la exposición elDorado, que se exhibe hasta el 19 de abril en la galería Magda Bellotti de Madrid. La artista responde a la pregunta de cómo nos ven los inmigrantes y cómo les vemos. -

No mires atrás. Sala de Arte Juan Cas. Plaza de la Concepción, 14. La Laguna. Hasta el 30 de abril. elDorado. Galería Magda Belloti. Fúcar, 22. Madrid. Hasta el 19 de abril.