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Análisis:LLAMADA EN ESPERA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

'Off' Broadway

Estrella de Diego

Todos aquellos que cultiven pasiones secretas o hasta explícitas por el 'off' Broadway, entendido el término en la jerga neoyorquina como esos espectáculos -y por extensión cualquier manifestación cultural- que se aparten del consumo epitomizado por los musicales de la calle 42, lo tienen bastante difícil en la mayor parte de las ciudades de nuestra geografía. Quizás debido al largo exilio de la modernidad por razones históricas de sobra conocidas, es infrecuente encontrar ese espíritu combativo que exige todo buen off, fuera del circuito oficialista, podría traducirse.

Aquí casi todo tiene regusto convencional, previsible. No ha habido nada semejante a la Internacional Situacionista y ha faltado un equivalente al Intitute for Contemporary Art de Londres, en sus inicios básico para canalizar el entonces subversivo pop y después escenario para la difusión de las formas de "arte vivo". Tampoco ha habido movimientos culturales con la fuerza del punk o el Class War ingleses, quizás por la ausencia de un ICA o porque a diferencia de Inglaterra no ha existido entre nosotros una clase trabajadora con conciencia histórica. El resultado es devastador: cuesta dar con el margen cultural, hay poco off, quizás porque hemos estado demasiado ocupados tratando de mimetizarnos con el centro, delirio eterno de "tener un MOMA", incluso cuando algunos apuntan a ese modelo como discurso obsoleto y colonial.

Así que los aficionados al off vivimos sumidos en la melancolía, soñando con una ciudad donde, ya que no puede haber un equivalente al ICA porque la historia no se improvisa, haya por lo menos fórmulas alternativas como las que se encuentran en Londres, Berlín o Buenos Aires y hasta en Nueva York, que sigue teniendo su interés pese a no poseer ya el resplandor de los ochenta, con las puestas en escena de Foreman, Karen Finley o Lydia Lunch, cuyos trabajos se pudieron ver en La Casa Encendida, por cierto lo más parecido en Madrid a los off de las ciudades sofisticadas.

Por eso la primera vez que un amigo me llevó a ver a Olga Mesa y La Ribot en La Cuarta Pared sentí de pronto que el horizonte se ensanchaba y volvía a respirar, esa sensación agradable del mundo bastante infinito que uno tiene en las ciudades cosmopolitas, cuando encuentra en sus orillas lo especial, eso que se hace las preguntas genuinas. Desde entonces las busqué sin descanso. Y busqué a otros semejantes a ellas. Husmeé los bordes de la ciudad y llegué hasta la Sala Pradillo. Conocí a Angélica Lidell. Por ese camino había preguntas que merecía la pena plantearse, pensé.

Han pasado muchos años desde entonces, me doy cuenta mientras lo escribo, y estas tres mujeres extraordinarias -y algunas otras- han ido entrando poco a poco en circuitos más obvios, tal vez porque esos circuitos, siempre en busca de algo nuevo que deglutir, se van apropiando de los que caminan luminosos en la franja off de los grandes almacenes culturales.

Me alegro de que sean más los que las conozcan: el trabajo lo merece. Pero no es lo mismo ver la puesta en escena de La Ribot en una sala elegante que en La Cuarta Pared. Me gustaba más verla en La Cuarta Pared, lo confieso, porque parecía que estaba a salvo de aquellos que iban a verla sólo porque estaba de moda. Pese a todo, su propuesta es siempre excepcional: donde sea merece la pena verla. Si andan por Jerez o por Zúrich en estos días no se pierdan la exposición. Si deciden quedarse en casa pueden saborear las Piezas distinguidas -editadas en DVD por La Casa Encendida-. Es un planazo y el sofá de casa tiene muchísimo de off, puestos a delirar. -

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