"La gente también está perdiendo el fervor en la pelota"

Martín Alustiza (Segura, 1961) puede presumir de haber sido uno de los pelotaris de carrera más dilatada: comenzó a jugar como profesional con 18 años y se retiró el pasado 2007. No ha abandonado el mundo de la pelota, ya que sigue como intendente de la empresa Aspe. Reconoce que este deporte, como la Semana Santa de su villa natal, ha sufrido notables cambios.

Pregunta. En su infancia y juventud, Segura era una notable cantera de pelotaris.

Respuesta. En el frontón del pueblo, que era como la plaza mayor, empezaron mis primeros pelotazos. Creo que todos los de mi cuadrilla llegamos a vestir de blanco y participar en campeonatos de aficionados. Entonces, destacábamos mucho.

P. Sin embargo, ahora ni participan en la competición Interpueblos, porque no llegan a formar equipo. ¿Qué ha ocurrido?

"Fui nazareno durante años. Ahora sólo participo como espectador"

R. Como con la Semana Santa, la gente está perdiendo el fervor. Antes, la forma de vida te llevaba a participar en las actividades del pueblo; no había otra cosa. Era un orgullo protagonizar la Semana Santa o representar a Segura como pelotari. Ahora, los jóvenes tienen otros atractivos para su tiempo libre.

P. El poderío de los pelotaris guipuzcoanos de antaño brilla ahora por su ausencia.

R. Las escuelas de pelota funcionan muy bien, pero cuando se alcanzan los 14 o 16 años, esas edades en las que los chavales empiezan a salir, comienza el abandono. El fútbol se ha convertido en el deporte estrella y el frontón exige mucho sufrimiento.

P. Y eso que la televisión resucitó la pelota.

R. Cuando empecé, sólo estaban los periódicos y un poco la radio. La tele sólo transmitía las finales. Ahora hay tres partidos todas las semanas con una notable audiencia.

P. También ha cambiado bastante el juego, sobre todo en el Cuatro y Medio.

R. En este caso, el artífice ha sido Titín, renovador de la pelota donde los haya. Antes se jugaba al bote. Ahora se corta al aire, lo que ha imprimido dinamismo y vistosidad al juego, además de brevedad en los partidos. De 300 pelotazos por partido hemos pasado a la mitad.

P. Abandonó el frontón. ¿Mantiene su participación en la Semana Santa?

R. No; aunque fui nazareno durante años, ahora sólo participo como espectador.