"Villar quiere que bajemos a Segunda"

El Betis vio ayer en el presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, al responsable, en su opinión, de una conspiración en su contra que tendría como otros actores a los árbitros y los comités sancionadores para llevar al equipo al descenso. "Anteayer no lo habría pensado, pero, después de lo sucedido hoy, no me queda más remedio que creer que el señor Villar nos quiere mandar a Segunda", sentenció su presidente, José León, poco después de las diez de la noche. Tras calificar la sanción del Comité de Competición como "una cacicada tremenda", sostuvo su teoría en que, a pesar de que su club le ha apoyado en todo hasta el momento, Villar, a su juicio, no perdona que el club esté representado por Javier Tebas, antagonista suyo, en la Liga de Fútbol Profesional (LFP).

"El año pasado me dijeron que por tener a Tebas nos iban a mandar a Segunda. No me lo quise creer a pesar de que sufrimos unos arbitrajes tremendos. Pero esto es demasiado. Es la primera vez que no se acaba un partido por una cosa así. Los comités no nos han quitado ni una tarjeta en dos años y medio y este señor nos ha mandado unos árbitros que nunca nos han dado nada, absolutamente nada", añadió León.

Junto al presidente del Betis compareció el responsable de los servicios jurídicos del club, Manuel Castaño, que mostró su desacuerdo total tanto con el exilio obligatorio durante dos encuentros como con la decisión de dar por concluido el partido, que se suspendió a 19 minutos del final con 1-2 a favor del Athletic. El directivo aseguró que el club agotará las instancias de la justicia deportiva, incluido el Comité Español de Disciplina Deportiva, y que acudirá a los tribunales de justicia ordinaria en el caso de no ver satisfechas sus reclamaciones.

Castaño calificó el castigo al Betis, por el delito cometido por un individuo, de propio del Derecho Canónico de la Edad Media: "Se da la paradoja de que la justicia penal nos permite personarnos como acusación particular en la querella contra quien tiró la botella porque entiende que somos víctimas, pero los comités federativos nos sancionan por nuestra responsabilidad", afirmó. Aún fue más contundente cuando criticó que se diera por finalizado el encuentro: "Una de las razones para que no se dispute lo que queda es que el Athletic ya había hecho los tres cambios, pero la norma permitiría jugar al Athletic con otro portero y hasta once jugadores diferentes, de entre los inscritos, con la excepción de los que fueron sustituidos ese día. Además, se podría esperar a que Armando se recuperase".