El futuro en juego
La esfera política iraní es fluida y difícil de predecir. Las elecciones seguramente servirán de preludio a una serie de debates y maniobras políticas que también dominarán las presidenciales de 2009. Es mucho lo que está en juego en estas elecciones, tanto para los conservadores de la línea dura, que están inquietos ante la posibilidad de que los comicios representen su fin, como para otros que confían en que el país se desplace hacia el centro.
A diferencia de otras confrontaciones anteriores entre reformistas y conservadores, la batalla, en esta ocasión, enfrenta a los partidarios de la línea dura, seguidores del presidente Ahmadineyad, contra los conservadores más pragmáticos. Los rivales conservadores del presidente Ahmadineyad seguramente se beneficiarán del resentimiento creado por la situación de la economía. Sin embargo, se espera que sus aliados, los partidarios de la línea dura, conserven la hegemonía parlamentaria que tienen desde 2004, después de que el Consejo de los Guardianes haya rechazado a numerosos candidatos reformistas. Además, aunque el ayatolá Jamenei ha criticado a Ahmadineyad en varias ocasiones, no parece que vaya a retirarle su apoyo. En cualquier caso, dado que los reformistas más radicales han sido descalificados, los candidatos reformistas y los centristas que resulten elegidos tendrán que trabajar juntos.
¿Cómo evolucionará la situación? Todo depende de que los rivales políticos del presidente traten de constituir un grupo de oposición en el Parlamento y de que tengan la posibilidad de hacerlo. Es evidente que algunos sectores están formando o podrían formar un bloque de oposición al presidente. En dicho bloque estarían, sin duda, Jatamí, Hachemí Rafsanyani y Lariyani.
EE UU está tan absorto en el debate sobre si bombardear o no Irán que ha prestado escasa atención a estas elecciones. Y es importante recordar asimismo que, con sus muchos viajes por provincias y su política populista, Ahmadineyad ha estado preparándose y literalmente haciendo campaña para un segundo mandato desde el día en el que tomó posesión.
Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.
Ramin Jahanbegloo, filósofo iraní, es catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad de Toronto.
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