Doble travesura de Luis García
El punta del Espanyol simula un penalti, cabecea un centro y retuerce al Mallorca
Tiene una joya el Espanyol en Luis García, que se subleva al conformismo con tal convicción que arrastra a cuantos le acompañan. Ante el Mallorca, que golpeó primero porque la gazuza de Güiza no conoce límites, tiró de pillería y calidad en la misma medida. Suficiente para voltear el resultado y desmantelar al Mallorca, que gobernó el duelo pero no supo remacharlo.
El Mallorca es un elogio al pragmatismo. No se entretiene con asistencias arriesgadas, recortes imposibles o filigranas para el tendido. Directo y sin distracciones; pelota al suelo y con la portería contraria en el entrecejo. Nunes levantó la cabeza y lanzó un pase hacia Arango, que dio un paso hacia atrás para librarse del defensa y poner la cabeza. Pase al hueco que plantó al glotón Güiza frente a Lafuente. No falló. En su segundo remate, sin embargo, puso mal el pie y se rompió la rodilla.
ESPANYOL 1 - 2 MALLORCA
Espanyol: Lafuente; Zabaleta, Jarque, Torrejón, David García; Moisés Hurtado (Ángel, m. 46), Lola; Valdo, Luis García, Riera (Corominas, m. 74); y Ewerthon (Jonathan Soriano, m. 60). No utilizados: Javi Ruiz; Chica, Moha y Rufete.
Mallorca: Moyá; Héctor, Nunes, Ramis, Fernando Navarro; Varela, Basinas, Ibagaza, Jonás (Tuni, m. 77); Güiza (Borja Valero, m. 56) y Arango. No utilizados: Lux; Molinero, David Navarro, Trejo y Ballesteros.
Goles: 0-1. M. 12. Güiza. 1-1. M. 57. Luis García, de penalti. 2-1. M. 89. Luis García.
Árbitro: Paradas Romero. Mostró la cartulina amarilla a Fernando Navarro, Ibagaza y Varela; la roja, a Ballesteros (m. 89).
20.600 espectadores en Montjuïc.
Pero nadie le gana a pillería a Luis García. Al inicio del segundo acto, Riera fue derribado en el área. El colegiado, frío, no lo señaló ante la duda. Consciente de la indecisión arbitral, Luis García pisó área y se lanzó a la lona al ver unas piernas rivales a su alrededor. Travesura, trampa y penalti que él mismo se encargó de marcar. Después, tras una falta que no pitó el colegiado sobre Arango, el Espanyol lanzó un contragolpe. Luis García cabeceó el centro de Ángel y remató el duelo. Dos travesuras; dos goles.
Sancionado Kameni por abrir la boca cuando no debía ante el Madrid, Lafuente ocupó su lugar. Lo hizo a las mil maravillas al sacar dos manos prodigiosas. Una fue a Héctor, a la salida de un saque de esquina; la otra, terrorífica, fue a Arango, que le pilló en la boca de gol a contrapié pero que puso la manopla a tiempo para desviarla. Lo justo para sostener atrás al Espanyol. De lo de arriba, ya se encargó Luis García, tan pillo como tremendo.
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