¿Qué fue de la Valencia sede de la Copa del América?
Equipos e instituciones esperan el fin del litigio para poner fecha a la regata
¿Qué fue de la Copa del América? ¿Dónde quedó? El juicio que mantiene enfrentados a dos de los sindicatos más poderosos, el Alinghi -el demandado- y el Oracle -el demandante- ha colocado un inmenso interrogante sobre la celebración de la próxima edición de la Copa. Ésta debía celebrarse en Valencia en 2009. Pero no será así. Ya no queda tiempo. El acto 1 estaba previsto para junio o julio de este mismo año. Los equipos ya tendrían que estar navegando para preparar las regatas, que se celebrarían sobre la base de unas reglas conocidas y aceptadas por todos. Ya no es posible.
Defensor y primer desafiante ya se entrenan con vistas al duelo en 2008
El Alinghi, el Oracle y los otros equipos aguardan a que haya sentencia firme
Aunque hubiera acuerdo, no habría Copa en 2009. No queda tiempo
La 33 edición será un mano a mano entre suizos y norteamericanos
El juez marcará las pautas y Alinghi decidirá dónde se celebra esta regata
Hoy, tanto los implicados en esa guerra judicial -en la que también se incluye el Team New Zealand, que se ha sumado a la demanda del Oracle-, como los equipos que aspiraban a participar en la competición, o las instituciones volcadas en el desarrollo de la misma -léase Ayuntamiento de Valencia, Generalitat y Gobierno- aguardan a la resolución definitiva del juez Herman Cahn, de la Corte Suprema de Nueva York. De su decisión depende el futuro de la Copa.
Desechada ya prácticamente por todos la posibilidad de celebrar una Copa del América convencional en la que participen diferentes desafíos y en la que se vería la nueva clase de barcos, AC90, la competición se ve abocada a un cara a cara entre suizos y estadounidenses, que fueron incapaces de acordar un nuevo protocolo como les exigió el juez Cahn. Al no hacerlo, el Deed of Gift, documento fundacional de la Copa, establece que ambos equipos se enfrenten en multicascos, seguramente catamaranes. El lugar y las fechas de este enfrentamiento (no será más allá de 2008) que constituiría la 33 edición de la Copa son todavía una incógnita. Los equipos esperan respuestas, claridad. También las instituciones, que firmaron un contrato para retener en Valencia la Copa. Para los dueños del Alinghi, Ernesto Bertarelli, y del Oracle, Larry Ellison, esta incertidumbre angustiosa para muchos no es más que un juego. El resto capea el temporal como puede.
El Alinghi ha sido de los pocos equipos que ha empezado ya a trabajar por la 33 Copa del América. Desde el sindicato suizo aseguran que esperan la decisión del juez. Sólo de ese modo sabrán qué pasará con la Copa. Mientras esperan, se preparan para los distintos escenarios posibles: bien una regata en multicascos en un lugar y fecha por determinar (aunque ellos, como defensores, tienen mucho que decidir al respecto), bien un evento con más equipos en Valencia y en 2011. ¿Qué significa esto? Que han salido a navegar en catamarán con vistas a un duelo cercano con Oracle. Aunque ahora mismo se han tomado un descanso, ya estuvieron entrenándose a finales de febrero en Valencia. Y volverán a hacerlo. Además, alternarán con otro tipo de regatas. Participarán en la Julius Baer Challenge, que se celebra en mayo en Ginebra (Suiza) y en donde se navega con multicascos, es decir, con embarcaciones del tipo de las que se utilizarán en esa supuesta 33 Copa del América entre suizos y norteamericanos. Y también estarán en los Mundiales de Farr 40 -monocascos-, en Miami, la tercera semana de abril. Como manda la competición, será Bertarelli quien lleve la caña del equipo.
El otro gran protagonista, el Oracle, aguarda igualmente la decisión judicial. Entretanto, también se entrena en un Extrem 40, un multicasco, en Valencia. Y exige a su rival suizo que decida cuanto antes dónde se celebrará el cara a cara, que, dice, espera que sea en Valencia -algo poco probable-. El equipo de Ellison aún no ha hecho público su calendario de regatas, aunque no tardará en hacerlo, así como en avanzar más detalles sobre la tripulación y los entrenamientos. Pronto, además, construirán un monocasco para preparar la siguiente edición de la Copa, la convencional.
Otros equipos, más modestos y alejados de la pugna en los tribunales, permanecen expectantes. Es el caso del Ayre, el otro sindicato español inscrito, además del Desafío Español. "Nuestro proyecto sigue adelante, pero la resolución judicial lo condiciona todo, no se pueden hacer contratos, no se puede hacer nada", manifiesta un integrante del equipo, apenas esbozado todavía ante la incertidumbre que envuelve la competición. Formaciones como el Ayre ni siquiera tienen cerrada la tripulación. Sólo esperan. De momento, parte de los miembros del equipo competirán en barcos de la clase Transpac 52 este año.
Igual de expectantes aguardan las instituciones que se volcaron con la 32 Copa del América en Valencia y que dieron todo y más para que la siguiente edición también se celebrara en esta ciudad. Por el momento, el Consorcio integrado por las tres instituciones -local, autonómica y estatal- empieza a recuperar la explotación de la dársena interior del Puerto de Valencia, que estaba en manos de ACM (empresa organizadora de las regatas). Así, al menos, podrá devolver algo de vida a esta zona portuaria hoy algo fantasmagórica. Podrá renovar las concesiones a restaurantes y barcos de recreo, así como explotar los amarres, el edificio Veles e Vents e, incluso, las bases de los equipos.
También en el Consorcio ansían conocer la decisión del juez. Pese a todo, se despreocupan de la edición más inmediata. "Parece claro que se celebrará un cara a cara entre el Alinghi y el Oracle, y aún se desconoce dónde", dice el concejal de Deportes, Cristóbal Grau. El edil se centra en la 34 Copa del América, que, confía, sí se celebrará en Valencia en 2011. "Así figura en el contrato que se firmó con Alinghi para la 33 edición. Se celebraría una Copa del América convencional entre 2009 y 2011". Y, añade, "aunque con Oracle no hay acuerdo, han manifestado públicamente que si ganan la regata vendrían a Valencia", explica.
Pero que esta Fórmula 1 del mar, como se le conoce popularmente, vuelva a Valencia sigue siendo una incógnita por mucho empeño que pongan los políticos de turno. Es el vencedor de la competición anterior quien decide la sede de la edición siguiente, de modo que de la voluntad de Alinghi y Oracle depende dónde será esa próxima Copa del América tras su necesario enfrentamiento este año. En las manos de Bertarelli y Ellison, hombres de negocios, poderosos y caprichosos, está el regreso a Valencia de la Jarra de la Cien Guineas.
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